El río Iguazú, que significa “agua grande”, es el responsable de la unión entre Brasil y Argentina. (fotos por Pamy Rojas)

Por Pamy Rojas, Dejavu Travel Journal

Cierro los ojos y las imágenes desbordan mi mente. El cerebro se me inunda con las magníficas escenas que pude presenciar. He tenido la dicha de vivir momentos casi divinos que me han llevado a experimentar sensaciones surrealistas. Desde lo alto parecían una gigantesca boca de dragón, que en vez de despedir fuego por la boca, se tragaba el agua a borbotones. Ya cuando estás más cerca te das cuenta de que es un inmenso abismo, donde el final te seduce con su indescifrable belleza. Una inmensidad que te invita a hacer volar tu imaginación al pensarte escapando, con la más completa sensación de libertad, hacia el vacío; para ser recibido allí por las frías nubes espumosas que se levantan bailando al compás del ciclo de la naturaleza. Las Cataratas de Iguazú… una experiencia inolvidable.

El río Iguazú, que significa “agua grande”, es el responsable de la unión entre Brasil y Argentina.

El río Iguazú, que significa “agua grande”, es el responsable de la unión entre Brasil y Argentina. Entonces, el río Paraná, que de acuerdo a los indios es el “Padre del Mar”, se encarga de añadir a Paraguay en este punto de encuentro. La triple frontera de Brasil, Argentina y Paraguay, bañada por los ríos Iguazú y Paraná, es uno de los pocos lugares del mundo donde se puede vivir en armonía entre diferentes culturas, lenguajes y grupos étnicos.

En el centro de visitantes del Parque Nacional de Iguazú, fundado en 1939 y el primero en América Latina, existe un monumento en honor a los indios que lee: “Los guaraníes o pueblo guerrero, tejieron la historia de las etapas de convivencia armónica entre el hombre y la selva”. Estos indios vivían en completa armonía con el ambiente, cuidando de su entorno, respetando todo ser viviente y venerando esa energía que les regalaba la vida.

En el lugar hay una biodiversidad abundante.

El Parque Nacional de Iguazú, el cual alberga estas majestuosas cataratas, comprende desde el sur del estado de Paraná en Brasil hasta la región de Misiones en Argentina. Son cinco mil hectáreas, de una protegida reserva forestal, que refugia a las imponentes cataratas. Esta reserva es la concentración más grande de bosque semi tropical que queda en el sur Brasil. Alberga un sinnúmero de especies tales como: cotorras, tucanes, panteras, pumas, jaguares, cocodrilos, venados y la mascota por excelencia de esta área, el travieso coati. Tanto en el lado de Brasil, como en el de Argentina habitan estas exóticas especies, además crecen infinidad de ejemplares de vegetación selvática; desde el árbol palo de rosa hasta variados grupos del tan conocido helecho.

Hay infinidad de lugares para visitar en este mundo y para quienes nos apasiona conocer nuevas culturas, las posibilidades son infinitas. Pero las cataratas de Iguazú es un lugar maravilloso, el cual se debe visitar aunque sea una vez en la vida. De la misma manera que dicen de escribir un libro, sembrar un árbol y tener un hijo, antes de morir hay que vivir esta experiencia. Las cataratas de Iguazú… un instante con lo divino, un viaje al paraíso que hace sentirte más cerca del cielo.