Por Fernando Lloveras San Miguel
Hace dos años la noticia de que la laguna bioluminiscente en Fajardo aparentaba haberse apagado causó revuelo y no era para menos.
Laguna Grande genera una actividad económica importante, tanto para operadores de tours en kayaks como para los negocios que dan apoyo a esta y otras actividades en la zona. Ambos sirven a turistas del mundo que vienen a ver la bioluminiscencia en los predios de la Reserva Natural Cabezas de San Juan, protegida por nuestra organización, Para la Naturaleza.
En aquel entonces, un estudio interagencial determinó que marejadas registradas hacia las mismas fechas habían causado la merma en brillantez. La investigación científica ha demostrado que la cantidad de microorganismos bioluminiscentes (dinoflagelados) disminuye si aumentan los niveles del agua, como ocurrió con las marejadas.
Aunque con tantas cosas pasando a la vez es fácil olvidarse de eventos naturales como estos, Para la Naturaleza tiene muy presente las posibles amenazas a la bioluminiscencia, siendo una organización dedicada a la conservación.
Ahora existe otra amenaza sobre el brillo de Laguna Grande: la contaminación lumínica. Esta contaminación es la claridad en la noche causada por todo tipo de fuente de luz artificial, como las lámparas en estructuras construidas, residencias, edificios públicos o comerciales, en vehículos de motor y en el alumbrado de carreteras y espacios públicos.
Los estudios más recientes del doctor Michael I. Latz, de la Universidad de California en San Diego, hallaron que la contaminación lumínica afecta negativamente la bioluminiscencia y su observación. Sus experimentos demuestran que la luz brillante inhibe la producción de bioluminiscencia en los dinoflagelados y que la contaminación lumínica disminuye nuestra apreciación del fenómeno natural.
En vez de un apagón repentino por causas naturales, la amenaza para la bioluminiscencia es de un apagón gradual por causas humanas. Por eso no podemos esperar a que esta se apague completa para actuar. Es urgente hacer más para protegerla de la contaminación lumínica.
En nuestra organización trabajamos desde 2006 junto a agencias, universidades y a la comunidad de Las Croabas en la iniciativa Puerto Rico Brilla Para la Naturaleza. El objetivo es reducir la contaminación lumínica alrededor de Laguna Grande y de otras áreas naturales.
Hemos logrado mucho en Fajardo, reduciendo por un 60% la contaminación lumínica en Las Croabas. Incluso, recibimos el premio Mejor Gestión Medioambiental 2012, otorgado por Fundación MAPFRE y entregado por la Reina de España en reconocimiento a este esfuerzo. Pero los nuevos hallazgos hacen más urgente reducir la contaminación lumínica y proteger estos valiosos cuerpos de agua.
En el 3er Foro Sobre Prevención y Control de la Contaminación Lumínica en Puerto Rico conoceremos la investigación del Dr. Latz, junto a ponencias por la doctora Brenda Soler y el doctor Juan González Lagoa, entre otros panelistas que indagarán sobre los impactos de la contaminación lumínica en la bioluminiscencia y en los ambientes naturales oscuros.
Invitamos a todas las personas interesadas en proteger este importante recurso natural a darse cita el próximo martes, 9 de agosto de 2016, en el Teatro Bertita y Guillermo L. Martínez (Sala Jesús Sanromá) del Conservatorio de Música de Puerto Rico, entre 8:30 a.m. y 4:00 p.m. El evento es presentado en colaboración con la Junta de Calidad Ambiental y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico.
Además de ser una amenaza para nuestra bioluminiscencia, la contaminación lumínica es también un despilfarro de dinero y energía, un riesgo para nuestra salud y la de otros seres vivos. Acompáñanos y entérate cómo puedes ayudar a reducirla.
La bioluminiscencia es parte del patrimonio natural puertorriqueño. Es nuestra responsabilidad protegerla para el disfrute de futuras generaciones y para el resto de la humanidad.
El autor es presidente de Para La Naturaleza.