Una lección sobre la ciudadanía global
En septiembre del año pasado, a la edad de 17 años, fui a vivir a un pueblo situado en las llanuras de la sabana africana en Senegal. Viví allá por siete meses. Me sumergí en una cultura distinta, aprendí dos idiomas, trabajé en tres escuelas, fui el hermano mayor de cuatro niños pequeños… En fin, hice (y me pasó) un poquito de todo.