El dasónomo retirado Frank Wadsworth presentó su conferencia titulada: Árboles mundiales por los estudiantes. (fotos por Marielisa Ortiz Berríos)

La utilización de los patios escolares para el aprendizaje, el ecoturismo como estrategia de manejo de áreas naturales y actividades en la naturaleza para niños con déficit de atención, fueron algunos de los temas discutidos por investigadores, científicos y educadores en el 3er simposio de educación, interpretación ambiental e investigación en bosques y áreas naturales, celebrado el pasado viernes, 8 de marzo en el Centro Ambiental Santa Ana  (CASA) en Bayamón.

Acorde a Eliezer Nieves, director e intérprete ambiental del CASA, el objetivo del simposio fue presentar y dar a conocer el desarrollo, hallazgos y resultados de proyectos y programas afines a la educación, interpretación ambiental e investigación en los bosques y áreas naturales de Puerto Rico. También el evento pretendió ser un espacio para compartir información y crear una comunidad participativa en asuntos relacionados a la conservación de las áreas naturales y presentar a los estudiantes universitarios y comunidad en general oportunidades de investigación ciudadana.

El dasónomo Edgardo González habló sobre las experiencias de los estudiantes al utilizar el patio escolar como parte del currículo educativo.

La conferencia contó nuevamente con la participación del dasónomo y ex director del Instituto Internacional de Dasonomía Tropical, Frank H. Wadsworth, quien fue el gestor del CASA y responsable de gran parte de la reforestación realizada en Puerto Rico hace varias décadas. Wadsworth presentó su charla titulada Árboles mundiales por los estudiantes. «Los árboles son más que compañeros, pero mucho. Primero, son seres vivos como nosotros, respiran, beben, comen, duermen, crecen, poseen un sistema circulatorio interno como el de la sangre, se reproducen, cicatrizan sus heridas, y su futuro es más predecible que el nuestro», afirmó el dasónomo retirado.

La reunión también contó con la participación del dasónomo Edgardo González, ayudante ejecutivo de la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerreo y fundador del Centro para la Conservación del Paisaje. En el pleno González presentó una propuesta a los presentes para formar un comité asesor de educación, con el componente de educación ambiental, de forma tal pueda ser incorporado a nivel de gobierno, en todas las escuelas, esta temática de enseñanza.

Dayamiris Candelario, del Centro Ambiental Santa Ana, presentó su investigación dirigida a niños y niñas con déficit de atención e hiperactividad.

Un tema muy discutido por el público fue la utilización de las áreas naturales y actividades interpretativas para disminuir los síntomas en estudiantes puertorriqueños diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad, presentado por Dayamiris Candelario, intérprete ambiental en el CASA. Como parte de la presentación se anunció la pronta celebración de un evento educativo con estudiantes que padecen de esta condición, en coordinación con la Universidad Carlos Albizu.

Por otro lado, la joven Yartiza Bobonis presentó su investigación en estudios graduados de la Universidad Interamericana, sobre técnicas de interpretación ambiental aplicadas al desarrollo sustentable del Aljibe Las Curías, en San Juan. Bobonis presentó unas estrategias de manejo para el embalse, de forma tal pueda ser utilizado armoniosamente para su uso y disfrute, a la vez que las comunidades se beneficien económicamente.

Parte de los conferenciantes del simposio.

De su parte, José «Pepe» González habló sobre su reclamo de justicia al Comité Internacional de Nomenclatura Zoológica para el san pedrito boricua. También, Alejandro Torres-Abreu conversó sobre su estudio sobre la reserva natural Arrecifes de la Cordillera, su medio ambiente, cultura e interpretación en el litoral. Filipa Godoy, investigadora científica, habló sobre las comunidades microbianas asociadas a la plasticidad de Tabebuia heterophylla (roble).

El CASA es un centro de naturaleza establecido en 2006 y administrado por la Sociedad de Historia Natural de Puerto Rico. Se encuentra dentro del Parque Julio E. Monagas, en Bayamón.