Esta foto tomada de Google Earth, muestra la falla ubicada al norte de Puerto Rico y las Islas Vírgenes.

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Por Marielisa Ortiz Berríos

Mucho se ha hablado en los últimos años sobre la posibilidad que ocurra un terremoto devastador en Puerto Rico. Se escuchan entrevistas y comentarios en la radio y televisión, se leen artículos en la prensa e internet, pero a la hora de la verdad, la mayoría de las instituciones, grupos e individuos no toman las medidas necesarias para estar preparados.

Pero, ¿qué es un terremoto? Acorde al teniente Anderson Álvarez, coordinador de planes de emergencia en la Agencia para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) del Municipio de Bayamón, un terremoto es “la falla (ruptura) de las placas tectónicas que libera una gran cantidad de energía, lo que conocemos como ondas sísmicas”.

“La tierra por millones de años siempre ha estado en evolución constante, de hecho hay una teoría que los continentes estuvieron unidos todos y a base de estos movimientos tectónicos estos continentes se fueron separando hasta ver el mapa como se ve hoy”, explicó el teniente, al añadir que se llegó a decir también que la Península de Florida era parte de África, ya que la vida silvestre y el hábitat de ambos lugares tienen mucho parecido.

¿Cuántas probabilidades hay que ocurra un evento como éste en Puerto Rico?

“Las probabilidades que ocurra un evento de esta magnitud en este momento basado en que el último terremoto fue en 1918, con una magnitud de 7.3, seguido inmediatamente por un tsunami que llegó hasta la plaza de recreo de Mayagüez, son de un 99.5%”, afirmó.

El teniente Álvarez mencionó que la ola del tsunami de 1918 entró a 19.8 pies, casi a 20 pies de altura. Indicó que el terremoto que se estima ocurra en Puerto Rico podría ser de 7.5 a 8.3 o más. Este número podría ser mayor ya que la falla que tiene Puerto Rico a 75 millas de la costa norte es bien parecida a la de Japón. “Los temblores ayudan a dilatarlo (son pequeñas liberaciones de energía) pero no significa que no vaya a ocurrir”, dijo refiriéndose a los últimos episodios de temblores que han ocurrido en Puerto Rico.

¿Cuántos segundos tienen las personas para protegerse y cómo deben protegerse?

El teniente dijo que las personas tienen seis segundos para protegerse. Desde antaño se ha informado que las personas deben protegerse bajo una mesa o silla, sin embargo, a partir del terremoto de Chile, se ha hablado del “triángulo de la vida”. Con este método las personas se ubican en posición fetal o en cuclillas al lado de un mueble alto que pueda aguantar la caída de alguna pared o techo, así la persona queda protegida en un vacío. A pesar que algunos grupos defienden una teoría y otros la otra, el teniente dijo que cualquier método que ayude a salvar una vida es útil.

“El triángulo de la vida fue un experimento que se hizo en Chile y los chilenos tienen mucha experiencia en terremotos”, mencionó el teniente. Indicó además que los puertorriqueños deben aprender y educarse de otros países que han vivido la experiencia y sobre todo aprender la gran conducta cívica, la disciplina, el orden y la tolerancia, llevados a cabo tanto en Chile como en Japón.

¿Qué magnitud de destrucción podría ocurrir en un sismo grande?

“Hay muchos edificios que tienen más de 80 años de construidos y no cumplen con el código antisísmico de construcción [1987] en lo absoluto. Hay un porcentaje que no cumple con esa estipulación. Los edificios nuevos, por ley, tienen que cumplir”, explicó el experto en manejo de emergencias.

“La vivienda de madera tiende a jugar con la onda, pero eso no significa que no pueda sufrir daños severos, sufre un poquito menos que la de cemento”, dijo.

El empleado del Municipio de Bayamón mostró preocupación en el desarrollo de las lotificaciones simples, las cuales, en la mayoría de las ocasiones no cuentan con estudios geológicos. “En el área rural muchas casas sufrirían colapsos. Algunas tienen riscos de 500 pies de profundidad”, manifestó. Añadió que la mayoría de las escuelas públicas no aguantarían un sismo. Asimismo, mostró preocupación sobre si las escuelas están llevando a cabo el plan de emergencias enviado por el Departamento de Educación, o si ha sido engavetado.

¿Cómo prepararse?

“Las familias deben ir buscando ya un lugar alrededor de su casa, por si tienen que abandonar su casa a las dos de la mañana pues tienen que ponerse ahí hasta que amanezca, analizando los riesgos, postes, árboles, estructuras, cables de alta tensión. Las familias ya tienen que ir haciendo un análisis de riesgo del área donde se van a aglomerar”, recalcó el teniente.

Explicó que deben preparar una mochila individual, como si se fuera de picnic por tres días. Dicho bulto deberá tener agua embotellada, comida, ropa, medicamentos y documentos que los identifiquen. Además deberán tener un kit de primeros auxilios, que incluya triple antibiótico, gasas, cinta adhesiva, entre otros. Recomendó que las personas tengan un recipiente o una caja de emergencia con comida separada para los próximos días, de forma tal, no gasten la reserva de la mochila. Por su parte, las empresas y oficinas también deben estar preparadas con comida para las próximas 72 horas. Esto, en caso que el terremoto ocurra mientras se está en horas laborables. Toda la comida y agua que se consuma deberá racionarse.

“En Puerto Rico se hizo un estudio donde se determinó que hay comida para toda la isla para 30 días. A los 30 o dependemos de lo que traiga el ejército americano o las agencias federales”, dijo. En la Isla el 85% de los alimentos son importados. Una alternativa es que las personas comiencen a hacer sus propios huertos caseros y comunitarios que incluyan tomates, gandules, habas, lechugas y viandas. “Ahora mismo subió el pollo y ha subido el precio de la comida”.

El teniente Álvarez mencionó que “mientras el calentamiento global siga haciendo su agosto (con tormentas severas y cambios abruptos climáticos) en países que producen estos alimentos al destruir estos campos de terrenos cultivados, se ven precisados a aumentar el precio. Donde no llovía se desbordan los ríos, donde hacía frío hace calor”.

Mencionó que las personas no deben olvidarse de las mascotas. “Tengo que coger ese perrito o gato y llevármelo conmigo”, expresó

¿Qué efectos ocurren luego del terremoto?

“Todo desastre tiene un efecto dominó, se parten  las  tubería de las gasolineras,  manufacturas o industrias se incendian y derraman sus productos tóxicos, explotan la fábricas, químicos al aire, o gases, hay fuego, se contamina el agua por estos líquidos que caen en los cuerpos de agua, automáticamente el agua potable escasea, no habrá luz eléctrica por buen tiempo, se parará el comercio por un tiempo considerable, y si nos ocurre un tsunami para acabar de completar las cosas empeorarían ”, detalló Álvarez, al añadir que el comercio se detiene y algunos tendrán que cesantear por tiempo indeterminado a sus empleados, ya que no tendrán ventas.

Destacó que los campos relacionados a la salud, seguridad y servicios de primera necesidad deberán continuar funcionando, como los obreros de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y otras agencias esenciales. “El Gobierno tiene que mantenerse funcionando dentro de los planes de operaciones continuos”, explicó.

El teniente manifestó que el vivir en una era donde la mayoría de las transacciones económicas son electrónicas y digitales, esto podría empeorar las cosas, ya que muchas personas no acostumbran llevar suficiente dinero en efectivo encima, porque utilizan mayormente sus tarjetas de débito y crédito. Esto podría ser un problema ya que muchos de estos sistemas colapsarían  y las personas no tendrán dinero para retirar, aunque lo tengan guardado en el banco o cooperativa.

¿En qué momento podría ocurrir un maremoto o tsunami?

“No necesariamente tiene que ocurrir un maremoto cuando ocurre un terremoto, aunque son ‘primos los dos’, y no necesariamente tiene que ocurrir un terremoto [antes de un maremoto]”, dijo. Álvarez expresó que la falla que hay en Puerto Rico [falla 19] tiene una profundidad de 9,200 metros y está ubicada a 1,500 kilómetros frente a la costa norte [trinchera de norte]. La describió como un mini Cañón del Colorado.

“Nosotros decimos que las probabilidades son altas de que va a ocurrir un tsunami. Es posible que después de un terremoto nos afecte un tsunami, dicho también por los expertos en sismología”, recalcó. De igual forma, si ocurre un deslizamiento de una montaña submarina o la erupción de un volcán, “esas olas van a correr por diferentes direcciones alcanzándonos si nos encontramos en su ruta de traslación”.

De ocurrir un tsunami o maremoto se deberán escuchar sirenas a lo largo de los pueblos propensos al impacto de un tsunami y habrá alertas por radio y televisión mediante un sistema de alerta (EAS). Todos los pueblos costeros que tienen un “tsunami ready” deberán estar preparados con sus sistemas de alerta. Las personas simplemente deberán ir a buscar lugares altos y seguir las instrucciones que tienen sus pueblos sobre rutas de desalojo. “Si ya hay unas instrucciones establecidas sigan las mismas”, manifestó. “Si están en la playa y sienten un terremoto no hay que esperar que suenen una corneta o sirena, levántese de allí y aléjese de la costa lo antes posible, use el sentido común, agarre su mochila y váyase”.

El tiempo que tendrán para alejarse y protegerse en un lugar alto dependerá del movimiento de traslación de la ola, que puede arrancar a 500 millas desde su epicentro. Podrían ser unos 15 minutos hasta una hora, depende la distancia de donde se originó el tsunami.

El teniente Álvarez expresó  su preocupación sobre las posibles consecuencias de un terremoto o maremoto que ocurra en temporadas festivas, viernes sociales o verano, donde algunas personas se encuentran en estado de embriaguez y no están en su sano juicio para tomar decisiones correctas para protegerse o proteger a los suyos. Recordó que cuando ocurrió el temblor fuerte del pasado 24 de diciembre de 2010, la mayoría de las personas siguieron sus fiestas “como si nada”. Destacó que hay que estar alertas porque esos movimientos leves pueden ser los preámbulos de algo más fuerte. “Ya es momento de reaccionar”, exhortó.

El teniente dijo que en lugar de ser reactivos las personas deben ser proactivas y prepararse ya. Explicó que cada jefe de familia debe tener ya un plan familiar de acción. “Yo estoy aconsejando que cada comunidad por calle cree una brigada de rescate compuesta por los mismos vecinos, y se identifiquen con sus camisetas y en adición adquieran su equipo de protección, capacetes, guantes, rodilleras, coderas, pitos, chalecos reflectores, para que se vean en la noche y linternas con baterías extras”, dijo. Estas personas ayudarán a su comunidad en lo que llega la asistencia del Gobierno.

El experto aconsejó a las personas que luego de un terremoto no salgan a merodear, sino que se mantengan en sus áreas, ya que luego pueden ocurrir saqueos [como ocurrió en Haití], asaltos, colapsos, podría haber animales peligrosos sueltos, entre otros. “Sólo el gobierno tiene la autoridad de dar instrucciones a dónde debe dirigirse la ciudadanía. No escuche rumores y prepárese ya”, finalizó diciendo.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición de mayo-junio de la Revista Atabey.