Para la década de 1930 se comenzaron a introducir en esta Reserva plantas exóticas, entre ellas el pino australiano. (fotos suministradas por el DRNA)

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) junto a la Organización no gubernamental Chelonia, se dio a la tarea de retomar un proyecto de restauración de áreas de anidaje de la iguana de Mona (Cyclura cornuta stejnegeri) y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) que comenzó en el 1992 en la Reserva Natural de Isla de Mona, informó el secretario de la agencia, Daniel J. Galán Kercadó.

“El proyecto consistió en remover un total de 400 pinos australianos (Casuarina equisetifolia) del área costera de Isla de Mona, y en sustitución de éstos, se acondicionaron cinco áreas de anidaje, sembrando varias especies de plantas costeras. La remoción se realizó debido a que se observó que el pino crea una capa de grandes cantidades de hojarascas que provoca compactación y acidificación del sustento arenoso la que dificultan el proceso de anidaje y el éxito de eclosión de estas dos especies que están en peligro de extinción”, explicó el Secretario.

Para la década de 1930 se comenzaron  a introducir en esta Reserva plantas exóticas, entre ellas el pino australiano, éstas al propagarse, redujeron considerablemente las áreas tradicionales de anidaje tanto de iguanas de Mona, como de las tortugas carey en las planicies costeras, ya  que estas especies anidaban sobre las  hojarascas del pino, las cuales afectan  la temperatura del nido y por tanto las condiciones óptimas para la incoación de los huevos.

El año pasado (2009) se lograron contabilizar unos 957 nidos de tortugas carey.

“El resultado de este esfuerzo de restaurar las áreas costeras en isla de Mona se ha estado observando eventualmente. El año pasado (2009) se lograron contabilizar unos  957 nidos de tortugas carey, cifra muy alentadora, debido a que para el 1990 sólo  se reportaban menos de 200 nidos”, añadió.

En cuanto a  la iguana de Mona que comprende  de 16 especies y subespecies  y que sólo se encuentra en la cuenca del  Caribe, su anidaje es bastante alto, de  80% a 85%, esto gracias a que se estableció un criadero (“headstart para iguanas”) para incrementar el número de  juveniles.

“El trabajo principal del DRNA y nuestro compromiso es crear y dar seguimiento a este tipo de proyectos para proteger y restaurar el hábitat de todas las especies en peligro de extinción”, finalizó.

En la Isla se estableció un criadero (“headstart para iguanas”) para incrementar el número de juveniles.