Repelentes naturales hechos en casa, uno con base de aceite de oliva, aceites esenciales de lavanda y citronella, y otro con base de agua maravilla.

Repelentes naturales hechos en casa, uno con base de aceite de oliva, aceites esenciales de lavanda y citronella, y otro con base de agua maravilla.

Por Marielisa Ortiz Berríos

El virus del chikungunya, transmitido por los mosquitos Aedes Aegypti y Aedes albopictus, ya se ha propagado por toda la isla. Es común escuchar hablar en cualquier lugar a alguna persona que le haya dado o que lo esté padeciendo. Las oficinas médicas y hospitales están que no dan abasto. Las personas no salen sin repelente o se ponen las pulseritas con citronella. En el caso de mi familia, estamos en las mismas. Además, cuando entramos y salimos de la casa procuramos cerrar la puerta rápido para evitar que entre el susodicho mosquito, que también transmite el dengue. También hemos verificado los alrededores que estén libres de aguas estancadas.

Debo aceptar que esta situación es preocupante, aunque los medios de comunicación no ayudan mucho pues crean alarma y caos entre la población, que ya de por sí vive preocupada por los males sociales, la economía, la criminalidad, etc. Pero bueno, esos son otros veinte pesos. Como tengo dos bebés de siete meses, y por lo general los repelentes comerciales no son adecuados para la piel sensible de ellas, encontré una receta de repelente natural, compartida en el periódico Tu Salud por Marisel Cardona, propietaria de Marisel Herbal, en el Viejo San Juan. La recomiendo. Es súper fácil de preparar. Solo se necesitan tres ingredientes: aceite esencial de citronella (nombre botánico cymboppgon nardus), aceite esencial de lavanda o eucalipto y aceite de oliva (también puede ser aceite de coco, girasol o agua maravilla). En mi caso hice dos versiones, una con aceite de oliva y otra con agua maravilla, que son las bases para el repelente. A continuación el procedimiento:

  • dos onzas de aceite de oliva
  • ocho gotas de aceite esencial de citronella
  • tres o cuatro gotas de aceite esencial de lavanda

Debes usar una botella con rociador que puedes reutilizar de alguna ya existente en el hogar o en su defecto adquirirla en alguna farmacia. Este repelente, si bien es natural, debe evitar colocarse en partes que los bebés puedan llevarse a la boca y solo en áreas expuestas. Si te gustó esta idea, te invito a compartirla y a comentar en este artículo.