Steve Irwin, el carismático y pintoresco australiano que se hizo famoso en la televisión como «El cazador de cocodrilos», falleció hoy, lunes, al ser atacado por una raya venenosa en el mar cerca de Australia. Tenía 44 años.

«El se puso encima de la raya venenosa, y la púa de la raya venenosa le atravesó el pecho y le hizo un agujero en el corazón», dijo John Stainton, un amigo y colega.

Irwin se hallaba en el agua, en el área del Arrecife Batt, frente a la costa del estado de Queensland, en el noreste de Australia, filmando un segmento para una serie titulada «Ocean’s Deadliest» (Lo más letal del océano) cuando se acercó demasiado a una raya venenosa, informó Stainton, quien observó el ataque desde la lancha de Irwin.

El australiano se hizo famoso debido a su entusiasmo por la vida silvestre, y por su propensión a acercarse a muy corta distancia de animales peligrosos en su programa de televisión.

«El cazador de cocodrilos» comenzó a difundirse en Australia en 1992. Pero la fama internacional de Irwin llegó cuando el programa fue contratado por el canal de cable Discovery.

El primer ministro John Howard, que eligió personalmente a Irwin para animar una fiesta de gala en honor del presidente de Estados Unidos George W. Bush cuando éste visitó Australia en el 2003, dijo que la muerte del «cazador de cocodrilos» era «una gran pérdida» para el país. «Era un personaje maravilloso, un apasionado defensor del medio ambiente. Trajo alegría y diversión y entusiasmo a millones de personas».

Irwin nació en Melbourne el 22 de febrero de 1962, y ya desde pequeño le interesaron los animales, desde que sus padres se mudaron a Queensland, una región tropical, e inauguraron un parque de reptiles. Para su sexto cumpleaños, Irwin recibió como mascota una serpiente pitón. Y a los nueve años, ya estaba cazando cocodrilos, según narró en entrevistas.