El Comité Pro Restauración Laguna de Guánica, a través de su portavoz Roberto Viqueira Ríos y su asesor científico, Miguel Canals Mora, denunció a finales de mayo que la Autoridad de Tierras (AT), con el aval del Departamento de Agricultura (DA), se encuentra habilitando los terrenos al norte de la Laguna de Guánica para prepararlos para la siembra de arroz mediante el desmonte de vegetación y el uso de maquinaria pesada. Este proyecto se encuentra en su etapa conceptual. Todo el movimiento de tierra y material vegetativo resultado de esta deforestación está siendo utilizado para rellenar parte de los humedales existentes en el litoral norte del sistema de humedales del antiguo lecho de la Laguna de Guánica, según se informó. Añadieron que los árboles cortados están siendo quemados en el área de los humedales. Hasta el presente se han deforestado unas 120 cuerdas de bosque secundario con una sucesión ecológica de aproximadamente 40 años, expresa el comunicado.
Los portavoces del Comité notificaron que la vegetación existente consta de árboles de aroma, ballahonda, úcares, palos de rayo y otros. También especies de cactus como el sebucán, la pitahaya y arepas, protegidos por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). «Este tipo de bosque secundario desafortunadamente e irresponsablemente está siendo deforestado en el pico de la época de reproducción de muchas especies de aves nativas, tales como: turpiales, pitirres, ruiseñores, reinitas mariposeras, clérigos, falcones, varias especies de tórtolas y palomas, además de algunas aves migratorias. Estimamos en cientos los nidos activos de aves que han sido destruidos. Este movimiento de tierra está llevándose a cabo sin el uso adecuado de un plan de control de erosión y sedimentación (Plan CEST), como lo exige la Junta de Calidad Ambiental en estos casos», mencionaron Viqueira y Canals.
Los miembros del Comité argumentaron que estos hechos conllevan un acto ilegal y violan varios estatutos federales para la protección de humedales de la Agencia de Protección Ambiental Federal (EPA, por sus siglas en inglés), como la ley de Aguas Limpias y la reglamentación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Ampliaron que también viola leyes estatales bajo la jurisdicción del DRNA, como el reglamento de vida silvestre, el reglamento de movimiento de corteza terrestre y el reglamento de poda y corte de árboles. El Comité Pro Restauración de la Laguna de Guánica consideró estas acciones como un crimen ambiental y exige que este hecho no quede impune. El Comité exigió al gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, tomar cartas en este asunto y que ordene detener inmediatamente al Departamento de Agricultura el relleno y destrucción del sistema de humedales de la Laguna de Guánica.
La Laguna de Guánica era la laguna de agua dulce más grande de todo Puerto Rico y considerada uno de los humedales más importantes del Caribe. En la década del 1950 la Laguna de Guánica fue drenada en conjunto con otros cuerpos de agua en el Valle de Lajas con el propósito de maximizar la utilidad de estos terrenos para la producción de caña de azúcar. Esta acción trajo como consecuencia que más de 3,000 cuerdas de humedales fueran destruidas. La mayor parte de los terrenos de la Laguna de Guánica son administrados por la AT, adscrita al DA. El uso para la agricultura de estos terrenos fue muy limitado debido a las condiciones persistentes de humedad, poco drenaje y suelos pobres y de alto contenido de sales. Una vez finalizada la producción de caña en la Isla, a finales de la década del 70, el proyecto del Valle de Lajas fue abandonado por el gobierno y la Laguna de Guánica pasó, de ser una gran laguna, a una especie de mosaico de humedales que serían unidos mediante el Proyecto de Restauración.
Desde que la Laguna fue drenada, las comunidades aledañas se han organizado para luchar a favor de su restauración. Han contado con el apoyo del DRNA desde su creación al igual que con el de todas las administraciones municipales de Guánica hasta el presente, incluso con el apoyo de alcaldes, senadores y representantes de la región. El Proyecto de Restauración de la Laguna de Guánica actualmente recibe oposición algunos sectores de la comunidad agrícola, quienes argumentan que el proyecto tendría efectos adversos a la agricultura de la región. «Este argumento no ha sido sustentado por ninguna base científica. Por el contrario, la restauración de la Laguna de Guánica, según ha sido demostrado por los estudios científicos solicitados por los sectores oponentes, demuestran su viabilidad», señalaron.
El Comité Pro Restauración de la Laguna de Guánica, al igual que sus asesores científicos, entiende que tales impactos serían mínimos y que los beneficios al ambiente y al desarrollo socioeconómico de la región sobrepasarían, por mucho, los posibles efectos adversos. «No obstante, creemos que tanto el desarrollo agrícola del área como la restauración de la Laguna son completamente compatibles y ambos proyectos pueden coexistir para el beneficio de todos los puertorriqueños. También queremos enfatizar que un proyecto agrícola como el que contempla el Departamento de Agricultura es viable en los terrenos aledaños al antiguo lecho de la Laguna de Guánica si se toman todas las medidas pertinentes para proteger la vida silvestre y la flora utilizando prácticas de manejo adecuadas y preparando un plan agrícola de desarrollo sostenible en coordinación con el DRNA, que proteja los humedales existentes», detallaron. Se precisó además que actualmente estos humedales están siendo utilizados por gran cantidad de aves migratorias y nativas como el pato zarcel, pato quijada colorada y el pato chorizo, varias especies de garzas, viudas y al igual que otras especies de aves nativas como la tigua, yaboas, martinetes y varias especies de playeros. Estos últimos actualmente tenían nidos en el área impactada.