El Programa del Estuario de la Bahía de San Juan pidió a los contribuyentes que aporten parte de su reintegro de las planillas de este año, para crear unos jardines silvestres que ayuden a la biodiversidad y la educación ambiental en la zona metropolitana, así como restaurar el islote de la Guachinanga, entre otros proyectos.
El donativo del reintegro es posible gracias a la Ley Núm. 48 de 2009, que incorporó un encasillado especial en las planillas, la “Aportación al Fondo Especial para el Estuario de la Bahía de San Juan”. Éste se encuentra, en las planillas de 2012, en la línea 1 A de la página 1 (forma corta) o en la línea 1B de la página 1 (forma larga).
La aportación beneficiará la Guachinanga, uno de los pocos islotes cársticos del mundo, que se encuentra en la Laguna San José. La basura ha formado un puente de desperdicios que lo conecta con Península de Cantera, lo que ha permitido la entrada de animales invasores que se alimentan de los huevos de aves y otras especies que allí habitan.
“Dragar la Guachinanga es fundamental, y un pequeño ensayo de lo que debe ser el gran dragado del Caño Martín Peña, una de las prioridades para la restauración ambiental del Estuario”, dijo el doctor Javier Laureano, director ejecutivo del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan. “Estamos bien cerca de lograr esta primera restauración ambiental a gran escala que beneficiará a todo Puerto Rico y será ejemplo para otras partes del Caribe. Cada centavo del reintegro que donen los contribuyentes es significativo”.
El dinero servirá además para un proyecto de urbanismo y reforestación. En edificios en ruinas en la Ponce de León habrá murales alusivos a temas ambientales, con el fin de educar a la población sobre la urgencia de conservar el Estuario. Estas estructuras se convertirán en jardines silvestres, para aumentar la biodiversidad y producir alimentos.
El PEBSJ, una organización sin fines de lucro, emplea el lema “cada centavo cuenta”, para concienciar que aportaciones como $2 pueden costear árboles como mangle rojo. Éstos limpian el aire, sirven de hogar para las aves y protegen infraestructura costera durante huracanes y el amenazante aumento del nivel de mar. El dinero recaudado se usará en su totalidad para proyectos que protegen especies en peligro de extinción como el manatí, restauración ambiental y educación a la juventud en temas ecológicos.
El Estuario de la Bahía de San Juan, el punto de encuentro de las aguas dulces con las aguas saladas, comprende ocho municipios del área metropolitana, con las cuencas de los ríos hasta la costa que se extiende desde Toa Baja hasta Loíza.
Además de su inmenso valor ecológico, el ecosistema es fundamental para el desarrollo económico y la seguridad alimentaria, pues por éste entran los alimentos en embarcaciones y aquí se lleva a cabo gran parte de la actividad comercial del País. De ese contexto surge la nueva campaña, ‘Estuario: ciudad de las aguas’.
Para más información sobre la aportación al Fondo Especial, actividades de voluntariado y aprender sobre el Estuario, puede acceder a www.estuario.org.