Por Brenda Reyes Tomassini
El Programa Energy Star es un esfuerzo conjunto de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Energía de los Estados Unidos con el fin de promover el uso de prácticas y enseres que redunden en un ahorro energético. Este programa, cuyo distintivo es un sello azul, fue establecido en 1992 para reducir las emisiones de gases de invernadero asociadas al alto consumo energético de enseres y productos electrónicos.
Los productos que portan el distintivo Energy Star se destacan por proveer alta eficiencia energética mediante el uso de tecnología innovadora y ofrecer un ahorro sustantivo al bolsillo del consumidor, cumpliendo así con las normas del Departamento de Energía federal para poder otorgar este distintivo. Se estima que en Estados Unidos la residencia promedio gasta alrededor de $2,200 al año en su factura de energía. En Puerto Rico esta cantidad suele ser más alta por otras razones, entre éstas por el costo de la energía y el calor tropical que nos arropa casi todo el año. Los enseres que portan el distintivo Energy Star no son necesariamente más costosos que los que no lo tienen ni tampoco son exclusivos para alguna cadena de tiendas. El sello Energy Star lo que refleja es que son enseres cuyo consumo de energía necesaria para su desempeño es más bajo que el de otros productos de la misma categoría. Con el Programa Energy Star podemos ahorrar energía en nuestros hogares mientras reducimos nuestra huella de carbón. ¿Cómo lo hacemos?
El primer paso es apagar luces cuando no estén en uso y cambiar las incandescentes por compactas fluorescentes que llevan el sello Energy Star. Éstas consumen menos electricidad y duran más tiempo. Los equipos y cargadores que no estén en uso deben ser desconectados. También puede utilizar un “power strip” el cual apague cuando los enseres no estén en uso.
En la cocina podemos sustituir los equipos viejos según se vayan dañando por aquéllos que sean de mayor eficiencia. Hoy día los compresores y la insulación de las neveras utilizan tecnología más eficiente lo cual puede ahorrar hasta 20% más que en modelos viejos. Al seleccionar una nevera con el sello Energy Star versus una sin el distintivo usted puede ahorrar hasta $165 anuales en su factura de energía. Prefiera una nevera con el refrigerador arriba ya que ésta utiliza menos energía que aquéllas que lo tienen al lado (“side by side”) o en la parte de abajo.
En la lavandería una secadora de gas en vez de una eléctrica es su mejor alternativa. Si su lavadora tiene más de 10 años considere sustituirla por una Energy Star cuando ésta deje de funcionar. La familia promedio lava 400 tandas de ropa al año y las nuevas lavadoras de alta eficiencia (HE) pueden ahorrarle $135 anuales y llenar tres piscinas con el ahorro de agua.
Si está pensando adquirir un nuevo televisor considere uno con el sello Energy Star el cual utiliza en promedio 40% menos energía que un equipo regular. De igual forma, los equipos de audio y video utilizan una cuarta parte de la energía que usan los equipos que no tienen este distintivo.
La mitad del costo de nuestra factura eléctrica proviene de los enseres de enfriamiento o calentamiento. Si su calentador ya está dando sus últimas señales de “vida” sustitúyalo por uno Energy Star con el cual puede ahorrar hasta $300. En cambio, si está considerando un nuevo acondicionador de aire o abanico de techo prefiera aquellos Energy Star. Si su aire acondicionado es central y tiene más de 12 años, al reemplazarlo por uno Energy Star puede bajar su consumo por enfriamiento en 30%. Los sistemas de aire acondicionado central de alta eficiencia son 14% más eficientes que otros modelos en el mercado que no portan el sello Energy Star. Los abanicos Energy Star pueden ahorrarle hasta $165 de la factura de electricidad en su vida útil ($15 anuales) y son 50% más eficientes que los convencionales.
Para más información y otras recomendaciones sobre cómo reducir su consumo energético residencial puede visitar www.energystar.gov.
La autora es oficial de Asuntos Públicos de la EPA.