La reforestación en Puerto Rico cobra nuevo auge a través de la inauguración de dos nuevos viveros escolares impulsados por el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico en las escuelas Albert Einstein en San Juan y Rafael Pont Flores en Aibonito. Los viveros, llamados Biocomisos por los estudiantes, se inauguraron el martes, 4 y miércoles 5 de octubre respectivamente.
El programa de Viveros Escolares forma parte de los esfuerzos amplios que desarrolla el Fideicomiso de Conservación bajo su programa ‘Árboles… más Árboles’, y que gira en torno al cultivo y reforestación de árboles nativos, los que mejor se adaptan al clima y suelo de la Isla.
El director ejecutivo del Fideicomiso de Conservación, Lcdo. Fernando Lloveras explicó que el programa de los Viveros Escolares tiene el propósito de proveerle a los jóvenes estudiantes una disciplina en el desarrollo, producción y manejo de los viveros y la experiencia de conocer la importancia de la labor de conservación y reforestación en el país.
El Director Ejecutivo añadió que el Fideicomiso ha estado trabajando en ocho viveros escolares. Los dos de recién inauguración se suman a dos que ya se encuentran en producción en las escuelas Luis Muñoz Marín en Barranquitas y José Gándara en Aibonito, los que actualmente producen alrededor de 1,200 árboles nativos por semestre, entre ellos algarrobo, capá blanco, higüero, maría, roble nativo, moca y úcar. Los cuatros viveros escolares en proceso de desarrollo se localizan dos en Ceiba, uno en Manatí y otro en Juana Díaz.
El establecimiento del Vivero de la Escuela Albert Einstein de San Juan recibió el apoyo de la Fundación Ángel Ramos y la Fundación Banco Popular. La selección de esta escuela se hizo a través del contacto inicial con Sapientis, una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar la calidad de la educación pública en Puerto Rico. La maestra a cargo del proyecto será Carmen O’Neill Montañés, quien trabajará junto a los jóvenes Líderes de la Familia del programa de educación para la familia y el consumidor (FCCLA) para mantener y manejar la producción del vivero.
Por otro lado, el Vivero de la Escuela Rafael Pont Flores de Aibonito se ha hecho posible con la colaboración de la Fundación Ángel Ramos. La maestra a cargo será la Sra. María M. Pérez, quien trabajará junto a los participantes del programa Vida Independiente, que son jóvenes con impedimentos.
Para iniciar el proyecto, el Fideicomiso identifica una escuela dentro de su red de Escuelas Amigas, que típicamente son algunas de las que se encuentran aledañas a sus áreas naturales protegidas como lo son: la Hacienda buena Vista en Ponce, Hacienda La Esperanza en Manatí y Cabezas de San Juan en Fajardo.
El lazo entre el Fideicomiso y la escuela cobra vida a través de un(a) maestro(a) y sus estudiantes, quienes tendrán a cargo el cuidado y mantenimiento del vivero y su producción de árboles nativos. El Fideicomiso le brinda todos los materiales y entrenamiento necesarios a la escuela para montar el Vivero Escolar, con el objetivo final de que éste eventualmente alcance un nivel propio de sustentabilidad, tanto en su producción de árboles nativos como en el manejo y distribución de los árboles producidos.