La NOAA inició el proceso de evaluación para designar el Corredor Ecológico del Noreste como hábitat crítico del tinglar. (foto por Marielisa Ortiz Berríos)

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) inició el proceso dirigido a evaluar la designación de las aguas costeras del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) como hábitat crítico para el tinglar, especie de tortuga marina en peligro de extinción. Esta determinación, resultado de una petición hecha por el Sierra Club, es el primer paso establecido bajo la Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción para lograr dicha designación y ayudar a garantizar el valor del Corredor como área de anidaje y reproducción para el tinglar.

“La decisión de NOAA, amparada en información científica y técnica, confirma la necesidad de proteger las aguas del Corredor como hábitat crítico para la recuperación de esta especie y ayudar a garantizar su disfrute por todos los residentes de nuestra Isla y turistas por igual, sobre todo, luego de que el Gobernador Luis Fortuño eliminara su designación como reserva natural en octubre de 2009”, informó Orlando Negrón, presidente del Capítulo de Puerto Rico del Sierra Club.

La información surge a sólo unos días de que se informara sobre la concesión de una opción otorgada por la Compañía de Fomento Industrial para la venta de terrenos públicos en el Corredor, a los proyectistas del proyecto residencial-turístico Dos Mares Resort, e irónicamente, bajo el nombre de Tinglar Bay Resort & Spa. El Sierra Club, junto a otras organizaciones pertenecientes a la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste, han señalado en el pasado que este proyecto, junto a otros similares propuestos para la zona, destruirían la integridad de esta importante área natural y limitarían el acceso público a sus playas, entre otros impactos. La Coalición mantiene una campaña en reclamo de la restitución del Corredor como reserva natural, según había sido designado en el 2008, junto a que se logre su desarrollo sostenible basado en actividades de turismo de naturaleza y ecoturismo, sirviendo como un destino complementario al Bosque Nacional El Yunque.

El CEN es una de las áreas de anidaje más importantes para el tinglar en la jurisdicción de los Estados Unidos y en Puerto Rico. Los tinglares suelen pasar varias semanas en las aguas adyacentes al Corredor durante la época de anidaje, generalmente entre los meses de marzo a julio, para aparearse y desovar, lo que pueden hacer entre tres a cinco ocasiones durante una misma época. Las playas y las aguas del Corredor presentan condiciones ideales para el anidaje de esta especie, pues son una de las pocas áreas de costa en Puerto Rico con poca contaminación lumínica, evitando su desorientación por luces artificiales, permitiendo que regresen así al mar una vez las hembras terminan de desovar o luego que los neonatos logran salir de los nidos. Además, las playas del CEN se caracterizan por ser de alta energía u oleaje, así como suficientemente anchas y extensas como para permitir una población aún mayor de hembras anidando, característica que la distingue de cualquier otra playa Puerto Rico, según el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés). Se estima que de cada 1,000 tinglares juveniles, sólo uno llega a adulto.

La petición hecha a NOAA fue hecha también al USFWS, pues esta última agencia es la que tiene jurisdicción para designar hábitats críticos para especies en peligro de extinción cuyo hábitat es en tierra, siendo responsables entonces de la protección de las playas en donde anidan los tinglares.

El CEN es una de las áreas de anidaje mas importantes para el tinglar en la jurisdicción de los Estados Unidos y en Puerto Rico.

Este año, en lo que va de temporada, ya hay más de 100 nidos de tinglar en el Corredor. Desgraciadamente, éstos están sin la protección necesaria, luego de que el Gobernador eliminara la reserva natural. Como resultado, hemos visto muchos «four tracks» y otros vehículos 4×4 entrando al Corredor y pasando sobre los nidos, especialmente durante los fines de semana. En estos momentos el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) tiene solamente una bióloga a cargo, quien debido a los despidos de empleados y recortes de presupuesto, no puede hacer más, por lo que esperamos que la designación de hábitat crítico federal nos sirva como herramienta adicional para poder proteger el área”, indicó, por su parte, Ángel Berríos, líder de la Comunidad Juan Martín, en Luquillo, y miembro de la Coalición.

La petición para la designación de hábitat crítico para el tinglar ha recibido un amplio apoyo por parte de varias entidades en Puerto Rico, así como de la comunidad puertorriqueña y de gran parte de las organizaciones conservacionistas de mayor renombre en los Estados Unidos. Éstas incluyen, entre otras, a la Federación de Pescadores de Puerto Rico, la Coalición Nacional Puertorriqueña, la Iglesia Evangélica Unida de Puerto Rico, la Asociación Nacional de Derecho Ambiental (ANDA), la Iglesia Católica de Puerto Rico (Diócesis de Fajardo-Humacao), Greenpeace USA, National Wildlife Federation, Natural Resources Defense Council, Surfrider Foundation, el Waterkeeper Alliance y los ganadores del Premio Medioambiental Goldman de 2002 y 2008, Alexis Massol-González y Rosa Hilda Ramos, respectivamente.

Además de ser uno de los lugares de anidaje más importantes para el tinglar en la jurisdicción de los Estados Unidos, el CEN también sostiene una extraordinaria variedad de hábitats — desde comunidades de coral, manglares, bosques costeros precolombinos, hasta una laguna bioluminiscente – los cuales albergan más de 50 especies raras, amenazadas y en peligro de extinción, algunas únicas de Puerto Rico. Su designación como reserva natural junto a esfuerzos para iniciar su desarrollo ecoturístico, se lograron en el 2008, acción que el Gobernador Luis Fortuño deshizo posteriormente, convirtiéndose en el primer gobernador en la historia de Puerto Rico en eliminar una reserva natural.