Más de 8,000 personas se dieron cita ayer en el 6to Festival del Tinglar en la Plaza de Luquillo para darle la bienvenida al tinglar, la tortuga marina más grande del mundo que hace su llegada durante esta época de primavera a las playas del Corredor Ecológico del Noreste para anidar. Todas estas personas también se unieron en un mismo reclamo, que la presente administración le devuelva la designación de Reserva Natural al Corredor Ecológico del Noreste en su totalidad.
Una de las principales actividades del Festival fue la Parada de Bienvenida a los Tinglares, que este año tuvo como tema “El Tinglar de Viaje”. Cientos de niños y jóvenes marcharon por las calles de Luquillo entonando canciones con instrumentos musicales confeccionados con material reciclado y disfrazados de tinglares, peces, aguavivas, flores y mariposas, entre otros coloridos disfraces.
El Taller Taíno Bomba de Vega Alta fue uno los grupos más llamativos en la parada, quienes representaron a los tinglares en el mundo de Avatar al son de música con tambores de bambú portando el mensaje “Unidos Lo Lograremos”. “Cada niño en el festival también recibió un pasaporte que, después de la parada, los llevó a ocho estaciones educativas sobre el tinglar y la naturaleza en general. De esta forma, tanto el niño como sus padres, aprendían mientras disfrutaban en un contexto de festival”, indicó Camilla Feibelman, organizadora del festival y coordinadora del capítulo local del Sierra Club.
“El apoyo extraordinario que ha tenido esta actividad durante estos últimos seis años es una muestra del sentir del pueblo, que quiere que la presente administración le devuelva la desginación de Reserva Natural al Corredor Ecológico del Noreste en su totalidad y que promueva su desarrollo económico basado en el turismo de naturaleza y el ecoturismo. Hasta ahora, la administración Fortuño ha propuesto más de lo mismo para el Corredor, proyectos residenciales-turísticos de lujo, campos de golf y centros comerciales. Ya es hora de que reconozcan que uno de los retos del siglo 21 es que Puerto Rico tiene que diversificar el producto turístico que ofrece como destino hacia el turismo de naturaleza y el ecoturismo, mientras se promueve un desarrollo verdaderamente sustentable que sea accesible a todos los puertorriqueños”, recalcó Carmen R. Guerrero Pérez, planificadora ambiental y asesora de la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste.
El Festival se celebró en el casco urbano de Luquillo que colinda con el Corredor, cuyas playas son las más importantes para el anidaje del tinglar en todo Puerto Rico y las segundas más importantes en todos los Estados Unidos. Sobre 100 artesanos de toda la Isla trajeron sus obras, muchos de ellas en representación de las tortugas. Más de 30 organizaciones sin fines de lucro educaron al público sobre la protección de animales, la conservación de El Yunque y muchos otros temas ambientales. Pequeños negocios del área trajeron productos y comida local para el gozo del público. En tarima, grupos de talento local y nacional, como Andy Montañez y María Chuzema, entretuvieron al público.