La semana pasada tuve la grandiosa oportunidad de recoger café con mis propias manos, tal cual lo hacían nuestros antepasados y lo continúan haciendo personas en la actualidad, aunque un número muy reducido. El recogido de café fue en una hermosa hacienda en Yauco, donde acudieron más de cien personas de forma voluntaria, convocadas por el Departamento de Agricultura (DA). Lamentablmente, en Puerto Rico escasea la mano de obra para la agricultura. Muchos frutos, como el café, se pierden, provocando que en algunos casos se importe este producto, teniendo uno excelente aquí. Es una pena.

Ante esta situación, el DA ha hecho varias convocatorias durante los meses de la cosecha, de septiembre a noviembre, a personas voluntarias que deseen dar de su tiempo para colaborar con el País.

Rápido quise ir. No lo pensé dos veces. Soy amante de la naturaleza. Me apasionan las cosas que me inspiren, que me motiven, que me hagan reflexionar. El poder recoger con mis propias manos el fruto de la madre naturaleza es maravilloso. Tener contacto con los pequeños árboles de café, sentir su textura, observar el café maduro, y poderlo recoger, es un trabajo gratificante. No es difícil, al contrario, es relajante. Para mí fue tremenda experiencia.

Como le decía a mi hermano en un «post» en su blog, si yo fuera una total desempleada y no tuviera estudios ni otras oportunidades, no lo pensaría dos veces para ser recolectora de café. ¿Qué es lo que está pasando con la gente en este país, que no quieren laborar en la agricultura? No les atrae, no les motiva. Claro, si con el «mantengo» en que viven muchos, dependiendo 100% de los «cupones», no necesitan trabajar. Es realmente preocupante.

Entonces qué es lo que nos espera. Que desaparezca totalmente la agricultura en este país. No tan sólo con el café sucede esto, sino con todos los demás cultivos que existen. No hay mano de obra.

Aquí lo que hace falta es crear unos programas fijos de rehabilitación para los confinados, donde se les obligue a ayudar en la agricultura, muy especialmente en el recogido de café. Me consta que existen movimientos y gestiones del Gobierno para realizar recolectas con internos de las cárceles, pero no son consecutivas o fijas. Ese trabajo debería ser obligatorio para que cualquier reo cumpla con su condena. De igual forma, deberían poner como condición a cualquier persona que solicite ayuda del Gobierno, dos o tres horas de trabajo en la agricultura. Si realmente hace falta la mano de obra, ¿por qué no utilizarla? ¿Qué les falta, visión de futuro? Claro. Se les olvida que un País necesita alimento, porque el cartón no lo hace. ¿Qué esperamos entonces?

No sé.

Foto tomada por mi hermano David.