Recibe mentoría de paleontólogo boricua, doctor Jorge Vélez Juarbe y conoce al famoso paleontólogo doctor Scott Sampson

Por Marielisa Ortiz Berríos

Con tan solo diez años de vida, Maisabel Torres Ramírez ha demostrado un interés especial por los fósiles, las rocas y los dinosaurios. Ella sabe que quiere ser exploradora y paleontóloga. Así lo confirman sus padres Maribel Ramírez y Máximo Torres quienes se han encargado de motivarla y apoyarla continuamente para que logre sus sueños.

Los padres de Maisabel cuentan que la niña, quien estudia su cuarto grado en la Academia Adventista de Aguadilla, hizo su primer descubrimiento el pasado 25 de febrero de 2015 en el patio de su escuela. A partir de ahí ha recogido más de 50 piezas de restos de fósiles marinos y tiene alrededor de 60 rocas para limpiar. “Su sueño es encontrar el primer dinosaurio en Puerto Rico”, afirmó Maribel, al añadir que actualmente la estudiante está leyendo el libro Dinosaur Odyssey, del doctor Scott Sampson, el curador oficial del Museo de Historia Natural en Denver, Colorado, y tiene una libreta donde dibuja las especies en su estado óseo.

Maisabel junto al doctor Scott Sampson, curador oficial del Museo de Historia Natural en Denver. (fotos suministradas)

Maisabel junto al doctor Scott Sampson, curador oficial del Museo de Historia Natural en Denver. (fotos suministradas)

Maisabel tuvo la oportunidad de conocer al doctor Scott el pasado mes de junio, ya que la familia completa, de cinco hijos, viajó hasta Colorado y visitó el museo donde labora el científico, quien también es el conductor del famoso programa Dinosaur train. En la visita al museo la familia tuvo la oportunidad de ver huesos de dinosaurios reales y Maisabel compartió su libreta con cientos de dibujos de dinosaurios, en la que recibió el autógrafo del doctor Scott, contó Máximo. “También el doctor Scott se maravilló de la capacidad de Maisabel de identificar fósiles versus rocas, discernir dinosaurios y las etapas. Eso significa lo excelente de la experiencia y clase con el doctor Juarbe”. Este último es el paleontólogo puertorriqueño Jorge Vélez Juarbe, quien recientemente descubrió, junto a otro colega, un sirenio fósil de Puerto  Rico, al que nombraron científicamente Callistosiren boriquensis, que significa “el sirenio más hermoso de Borikén”. El doctor Vélez Juarbe es curador de mamíferos marinos en el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, California.

En su más reciente visita a Puerto Rico el doctor puertorriqueño compartió con Maisabel y la ayudó a identificar sus descubrimientos, entre ellos: bivalvo, fósil traza, foraminifero, entre otros. “A mí me parece estupendo que a tan corta edad ella tenga tanta determinación e interés en la paleontología, es muy inspirador. De hecho me recuerda un poco a mí, desde los ocho años quería ser paleontólogo. Es fenomenal que sus padres la apoyen y fomenten ese interés y espero que nunca lo pierda”, mencionó a Atabey el doctor Vélez Juarbe, quien posee un bachillerato en Geología de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, un doctorado en Anatomía de Howard University en Washington y dos postdoctorados en el Museo de Historia Natural de Florida y en el Departamento de Ciencias Geológicas en California State University.

Maisabel junto al palentólogo boricua Jorge Vélez Juarbe, quien ha sido su mentor.

Maisabel junto al palentólogo boricua Jorge Vélez Juarbe, quien ha sido su mentor.

Qué es la paleontología y su importancia

Para comprender mejor esta ciencia el doctor Vélez Juarbe explicó que primeramente la paleontología no debe confundirse con la arqueología, que es el estudio de los humanos y sus culturas a través del tiempo. “La paleontología es una ciencia multidisciplinaria que se encarga del estudio de la vida en el pasado. Es multidisciplinaria porque toma un poco de muchas otras ciencias como la geología, biología y química, entre otras, y por ende se puede separar en muchas subdisciplinas. La paleontología nos ayuda a entender cómo nuestro planeta ha cambiado a través del tiempo y los procesos naturales y evolutivos que han transformado la vida en la tierra, incluyéndonos a nosotros”, describió el doctor. “También nos ayuda a entender extinciones en el pasado, presente y futuro. Es importante mencionar que los fósiles no tienen valor comercial, y tampoco deben estar en manos de individuos ya que son un recurso natural y patrimonio nacional”.

El futuro de la paleontogía en Puerto Rico

El doctor Vélez Juarbe explicó que actualmente hace falta más infraestructura, entre otros incentivos, que prevengan la fuga de cerebros de la isla, y por ahora él considera que puede aportar más de afuera que estando en la Isla. “Una de las razones es porque en Puerto Rico no existe un museo de historia natural que sirva como repositorio de colecciones relacionadas a la historia natural de la isla y que tenga personal preparado para el cuidado y estudio de las mismas”, destacó. “En las ciencias naturales uno necesita acceso a colecciones, es ahí donde muchas veces hacemos nuestros descubrimientos ya sea porque estudiamos algo que fue colectado previamente, o porque nos permite comparar descubrimientos nuevos con descubrimientos anteriores o hacer estudios de poblaciones, diversidad, etc.”.

En Baja California Sur transportando la chaqueta con el cráneo de sirenio de una excavación al vehículo. Junto con Fernando Salinas (camisa roja), el Dr. Gerardo Gonzalez Barba (camisa peach) y el Dr. Daryl Domning (camisa azul claro).

El doctor Vélez Juarbe (al frente a la izquierda), en Baja California Sur transportando la chaqueta con el cráneo de sirenio de una excavación al vehículo. Junto con Fernando Salinas (camisa roja), el Dr. Gerardo González Barba (camisa peach) y el Dr. Daryl Domning (camisa azul claro).

“La falta de un museo de historia natural no solo afecta a los paleontólogos, sino también a cualquier científico interesado en hacer estudios geológicos, paleontológicos o biológicos en Puerto Rico. Hasta que eso ocurra, lo mejor que se puede hacer para asegurar que estos estudios se puedan repetir, y que los especímenes estén asegurados a largo plazo, es enviar los especímenes a colecciones acreditadas en otras partes del mundo”, afirmó, al añadir que sí hay iniciativas, como el EcoExploratorio, que tiene mucho potencial.

“La paleontología y otras ciencias naturales en Puerto Rico tienen muchísimo potencial, todavía queda mucho por descubrir y estudiar. Recién estuve de visita y tuve el placer de conocer un grupo de estudiantes en mi alma máter que están muy motivados y desean estudiar paleontología, sin embargo están un poco limitados por la falta de colecciones (algo que en su momento también sufrí pero no dejé que me desanimara)”, mencionó el paleontólogo. Destacó además que para él Puerto Rico sigue siendo uno de los lugares principales en su agenda de investigación y a la vez aprovecha para ofrecer mentoría a los que desean seguir una carrera en paleontología o en las ciencias, como es el caso de la niña Maisabel, a quien le continuará ofreciendo mentoría para apoyarla en su pasión por la exploración y los dinosaurios.

La familia de Maisabel visitando el Museo de Historia Natural en Denver, Colorado.

La familia de Maisabel visitando el Museo de Historia Natural en Denver, Colorado.