Tres estudiantes de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMP) en Ponce impulsan un acuerdo de colaboración entre esta institución y Madre Tierra Atabey (MTA), con el propósito de concertar estrategias para prácticas estudiantiles, promover y realizar proyectos de investigación, asistencia técnica, transferencia de tecnología y proveer información conducente a desarrollar estrategias para el desarrollo de programas de salud pública para la prevención de enfermedades y otros temas.
Aunque todos los proyectos que actualmente trabaja MTA tienen su importancia, uno muy especial para su equipo de trabajo es la Reserva Integral Atabey. Un proyecto dirigido a desarrollar un plan de manejo para conservar, proteger e impulsar la restauración del Estuario de la Bahía de Guayanilla. Un estuario es un humedal donde se entremezclan el agua dulce de los ríos con el agua salada del mar. El Estuario de la Bahía de Guayanilla es originado por los ríos Yauco, Guayanilla, Macaná y Tallaboa, cubriendo un área de 3,800 hectáreas aproximadamente, extendiéndose desde el municipio de Guánica hasta el barrio Encarnación en Peñuelas. Este estuario, santuario para la vida silvestre, alberga una gran biodiversidad de flora y fauna; incluyendo especies amenazadas, endémicas y migratorias. Sin embargo, lamentablemente también alberga áreas altamente contaminadas que amenazan el bienestar y salud, no solo de las especies silvestres sino de los propios ciudadanos.
Los estudiantes Nicole Muñoz, Javier Chévere y Kevin De Jesús iniciaron el acuerdo de colaboración entre EMP y Madre Tierra Atabey invirtiendo un mínimo de 600 horas de su prática, un requisito del programa de Maestría en Salud Pública.
“Con esta colaboración inicial lo estudiantes buscan relacionarse con las comunidades del sector Faro y barrio Playa de Guayanilla, comunidades establecidas dentro del perímetro del estuario, y cuyos ciudadanos podrían estar en alto riesgo por tres problemas de salud pública identificados”, comentó Emmanuel Vázquez, Presidente de MTA.
“En esta fase experimental se implementarán tres planes pilotos de intervención en vías de informar a las comunidades sobre los altos niveles de coliformes fecales detectados durante el año 2013. También trabajaremos el tema de los efectos adversos que tienen en la salud las emisiones tóxicas liberadas por el sector industrial ubicado a su entorno y los problemas que desencadenan las decenas de vertederos ilegales presentes en su área», continuó.
Los estudiantes suministraron un cuestionario a los residentes de ambas comunidades para definir las estrategias de su plan de intervención. Del cuestionario y sus anotaciones se desprende que a pesar
que los ciudadanos reconocen sendos problemas ambientales, estos no reciben información ni formación al respecto. Por lo cual este trabajo voluntario representa una de las pocas oportunidades para que los residentes tomen las debidas precauciones.