El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR), a través del Centro de Conservación de Manatíes, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS, por sus siglas en inglés) y el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan (PEBSJ) se han unido a la comunidad científica latinoamericana para celebrar el 7 de septiembre como Día de la Conservación del Manatí Caribeño en Puerto Rico y a su vez educar sobre la protección de esta especie que continúa en peligro de extinción.

El grupo multisectorial busca además que se declare mediante estatuto legal al manatí como mamífero oficial de la Isla. Según explicó el doctor Antonio Mignucci, Director del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico y catedrático del Recinto de Bayamón de la UIPR, regularmente todos los países declaran como parte de su orden jurídico sus símbolos patrios, nacionales u oficiales y estos incluyen árbol, fruta, flor y la fauna, con sus diversos grupos, nacional para cada país o estado.

El catedrático indicó que esta designación es necesaria para promover la educación sobre esta especie y reconocer el rol del manatí en nuestra cultura y en el acervo natural de nuestra Isla. Añadió que serviría además para concientizar sobre el estado de peligro de extinción y propiciar un mayor esfuerzo en su protección y conservación.

Esta especie marina también conocida como manatí antillano, continúa sufriendo los estragos que provocan los humanos amenazando su existencia. En ocasiones las hélices de las embarcaciones acuáticas les ocasionan heridas severas que pueden ocasionarles la muerte y provocar la separación de las pequeñas crías de sus madres, lo que amenaza con su existencia ya que estos mamíferos deben permanecer dos años apegados a su madre para ser amamantados. De igual manera, la destrucción de sus hábitat, la contaminación del agua y de su alimento y el maltrato de los humanos los pone en riesgo.

La Secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen R. Guerrero Pérez, alimenta a Yuisa, la manatí de un mes y medio Yuisa rescatada en Piñones. (fotos suministradas por el DRNA)

La Secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen R. Guerrero Pérez, alimenta a Yuisa, la manatí de un mes y medio Yuisa rescatada en Piñones. (fotos suministradas por el DRNA)

Como preámbulo a la celebración, durante esta semana se realizarán charlas y actividades sobre esta especie en diversas escuelas públicas y privadas alrededor de la Isla. Para esto se han capacitado maestros, empleados gubernamentales y voluntarios. Un total de 37 escuelas en 23 municipios llevarán a cabo actividades en los salones de clases sobre la conservación de manatíes. Se espera impactar unos 10,000 niños y jóvenes de los niveles elemental, intermedio y superior. Entre las actividades que se realizarán en las escuelas se encuentran las charlas, manualidades alegóricas a los manatíes, murales, pequeñas obras, recaudación de materiales y fondos para la conservación del manatí. También se enviarán cartas al Gobernador animándolo a ser pro-activo en la conservación de estos sirenios en peligro de extinción.

En tanto, el profesor Juan F. Martínez, Rector del Recinto de Bayamón de la UIPR, manifestó que las actividades que se han llevado a cabo durante la semana son una muestra de la receptividad que ha tenido entre los estudiantes y maestros, las iniciativas para promover la enseñanza y la investigación que organiza el Centro de Conservación de Manatíes. “Nos enorgullece ver un ejemplo de cómo se involucra a la comunidad en la conservación de especies en peligro de extinción al mismo tiempo que se fomenta el estudio de programas académicos en las ciencias naturales entre los estudiantes de escuela elemental, intermedia, secundaria y universitaria”, subrayó el Rector.

Por su parte, la Secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen R. Guerrero Pérez agradeció a las diversas entidades por su colaboración en este esfuerzo y por aportar con iniciativas como esta en la que se promueve la participación ciudadana para educar y conservar una especie.

Sostuvo que “partiendo de las aportaciones de cada organización hemos delineado una estrategia para educar a nuestros niños y jóvenes quienes a su vez serán los portavoces de este mensaje. Entendemos que los niños y los jóvenes son muy abiertos a recibir esta información y les agrada compartirla. De esta manera, serán ellos mismos los que nos ayuden a educar a otras personas como sus padres, hermanos, familiares y amigos. Sabemos que cuando educamos a un niño la enseñanza perdura lo que nos ayudará en la conservación de esta especie”.

 

Manatí antillano en Puerto Rico. (foto por Jorge E. Saliva y suministrada por el USFWS)

Manatí antillano en Puerto Rico. (foto por Jorge E. Saliva y suministrada por el USFWS)

Mientras, Mignucci indicó que “para culminar la semana de conmemoración, unos 1,350 niños de 25 escuelas visitarán el Centro de Conservación de Manatíes en la Inter, donde podrán ver de primera mano el trabajo que llevamos a cabo para salvar individuos de esta especie ”.

Asimismo, el licenciado Edwin E. Muñiz, Director de la Oficina de Servicios Ecológicos del Caribe, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre enfatizó que la recuperación y conservación del manatí antillano depende en gran medida del apoyo de la comunidad académica, los usuarios de nuestras aguas y el público en general.

Muñiz añadió que el manatí fue una de las primeras especies en estar protegidas por la Ley Federal, la cual este año cumple 40 años desde su implantación. Destacó que gracias a la protección de dicha Ley, el estatus de esta especie se considera estable. Sin embargo, afirmó que queda mucho trabajo por hacer y que es necesaria la colaboración de las agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, comunidades y público en general para asegurar que el manatí antillano pueda seguir viviendo, alimentándose y reproduciéndose en las aguas alrededor de Puerto Rico, en un hábitat libre de contaminación, con praderas de yerbas marinas saludables y refugios apropiados libre de disturbios y asecho. Recalcó que además es importante buscar alternativas para que los manatíes y usuarios de embarcaciones puedan convivir en armonía cumpliendo con límites de velocidad dentro de las áreas utilizadas por los manatíes.

Entretanto, Javier E. Laureano, director ejecutivo del PEBSJ agregó que “el manatí antillano se encuentra en peligro de extinción y algunos de los lugares donde encuentra refugio son el Estuario de la Bahía de San Juan, la Laguna del Condado y la desembocadura del río Piedras”. En cuanto a la designación de este como mamífero oficial de la Isla expresó que tendrá un efecto multiplicador para llevar el mensaje de su conservación.

El manatí es un animal curioso, tímido y pasivo. Su piel es color gris. Posee una cola redonda y dos aletas pectorales con tres uñas. Este mamífero acuático de adulto puede llegar a pesar 1,500 libras y vivir 65 años. Cuando nacen pueden medir tres pies. Tienen bigotes en el área del hocico, se alimentan de yerbas marinas, toman agua dulce y salen a coger aire a la superficie del agua cada 2 o 3 minutos aproximadamente. Se estima que alrededor de la Isla hay entre unos 600 individuos de esta especie cuyos avistamientos son más comunes en el sur y en el este, pero los encontramos alrededor de toda la isla, incluyendo Vieques y Culebra.

Según se informó, anualmente en Puerto Rico ocurren alrededor de diez varamientos de manatíes de los cuales 25 por ciento son crías separadas de sus madres y 25% fallecen por causas relacionadas al hombre, por impacto de embarcaciones y enfermedades relacionadas a la contaminación. No obstante, en un 50 por ciento de los casos no se puede precisar la causa de muerte por el avanzado estado de descomposición. Para esto, las agencias dependen de que las personas reporten los avistamientos inmediatamente que observan uno de estos manatíes en la orilla, sin importar la condición en que se encuentre.

Finalmente, Guerrero Pérez anunció que como parte de esta campaña educativa, el DRNA colocará letreros informativos sobre estos sirenios en diversas áreas de acceso al mar utilizados por los navegantes. Asimismo, a través de un acuerdo cooperativo con el USFWS y fondos federales, se instalarán bollas para regular la velocidad de las embarcaciones a cinco millas por hora en las zonas donde más frecuentan los manatíes.