Andrea Pérez, directora ejecutiva de la organización Silent Grice, junto a una residente de Dessources. (suministrada)

Andrea Pérez, fundadora de la organización Silent Grace, quiere fomentar la toma de conciencia en la gente sobre los problemas sociales que se viven en el mundo. Sin embargo, está clara que con sólo crear conciencia no se resuelven los problemas. Se necesita acción. Éste es el norte de esta joven de 28 años: trabajar a favor de la justicia social y la sostenibilidad, tanto a nivel internacional como en la Isla.

Hace cuatro años, Pérez tuvo la oportunidad de trabajar en distintas misiones en orfanatos del continente africano. Visitó países como Uganda, Sudán y Ghana. “Esas experiencias fueron las que a mí me moldearon para tener una visión más global dentro del trabajo que quería hacer a nivel internacional”, expresó la recién graduada de Salud Pública del recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

Cuando Pérez regresó a Puerto Rico se percató de la necesidad de organizaciones que trabajaran a nivel internacional desde el punto de vista de sostenibilidad. Es entonces que emprende su proyecto Silent Grace Foundation. No obstante, no es hasta el año 2010 cuando la joven emprendedora visita a Haití, luego del terremoto devastador, que decide darle forma a un movimiento para romper el silencio ante la injusticia social y seguir brindando ayuda humanitaria a diferentes países. A su regreso, convocó al pueblo puertorriqueño a donar casetas de campañas para las personas que se habían quedado en la calle. Pudo recoger unas 550 casetas.

La organización sin fines de lucro continúa trabajando con su plan piloto en Haití. En esta ocasión, han comenzado un proyecto dirigido a apoyar la comunidad de Dessources en iniciativas de agricultura ecológica.

Inodoro de composta construido en Haití por la organización Silent Grace (suministrada)

“Hace cuatro años el objetivo fue un poco diferente a lo que ha crecido hoy día”, manifestó Pérez, natural de San Juan. “Gracias al equipo que tengo hemos formulado la misión del trabajo”. Silent Grace cuenta con un equipo multidisciplinario, compuesto por agrónomos, ecólogos, ingenieros, psicólogos, sociólogos, demógrafos y arqueólogos. Este grupo voluntario trabaja facilitando procesos sostenibles junto a comunidades en países en desarrollo.

La organización sin fines de lucro continúa trabajando con su plan piloto en Haití. En esta ocasión, han comenzado un proyecto dirigido a apoyar la comunidad de Dessources en iniciativas de agricultura ecológica. Uno de los trabajos que Silent Grace está llevando a cabo en este lugar es la construcción de inodoros ecológicos. En este caso, en lugar de eliminar los desechos, los utilizan para hacer la composta, lo que promueve la sostenibilidad. Este trabajo ha sido financiado, en parte, por las becas ambientales de Ford. De igual forma, para continuar recaudando fondos que serán destinados a la labor en Haití, la fundación realizó talleres de huertos caseros en varios pueblos de Puerto Rico, entre ellos Aguas Buenas, Guaynabo, Hato Rey, Utuado y el Viejo San Juan.

Pérez manifestó que esperan continuar trabajando en el hermano país con otros proyectos relacionados al acceso del agua potable, además de continuar construyendo más inodoros ecológicos en distintas comunidades. Si usted desea apoyar el trabajo de Andrea Pérez y Silent Grace puede hacer su donativo. Para más detalles visite www.silentgracefoundation.org.