Lo que antes era una cantera, ahora es un hermoso teatro, La Ópera de Alambre, con abundantes áreas verdes, un gran lago, diversidad de flora y fauna y en su interior mucha cultura. (fotos por Palmira Rojas)

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Por Palmira Rojas

Curitiba no es sólo un modelo ecológico para el mundo, es una ciudad poblada por seres humanos con una mentalidad diferente hacia la vida. Con una manera de pensar ambientalista, creativa y muy positiva. En esta ciudad se reciclan hasta los espacios. Lo que antes era una cantera, ahora es un hermoso teatro, La Ópera de Alambre con abundantes áreas verdes, un gran lago, diversidad de flora y fauna y en su interior mucha cultura. Los postes de madera que una vez se utilizaron para los cables de electricidad, ahora son el soporte de una majestuosa edificación, la Universidad del Medio Ambiente.

Cuando se habla de evolucionar integralmente, Curitiba se posiciona como uno de los mejores ejemplos. Esta ciudad de Brasil, capital del estado de Paraná, ha progresado teniendo como principio la integración de sus recursos en pro del medio ambiente. En la planificación del desarrollo de esta ciudad, localizada al sur del Brasil, se ha tomado en consideración satisfacer las necesidades actuales, pero sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. El ambiente, la economía, la educación, la transportación y el desarrollo social se integran con un mismo fin: crear una ciudad sustentable y de esta manera disfrutar de una mejor calidad de vida.

Lo que hace el plan de desarrollo de esta ciudad uno totalmente diferente, es que el ambiente es el factor más importante a considerar en su gestión estratégica. El progreso se ha estructurado con una conciencia ecológica. Cuando en 1965 se fundó el nuevo Plan Regulador de Planificación de Curitiba, se decidió ubicar a las industrias en el área oeste debido al viento y el uso del suelo. Esta área es ideal para desarrollar las industrias ya que la dirección del viento evita que la ciudad se contamine.

La educación es una herramienta fundamental en la búsqueda de un ambiente equilibrado. En las escuelas públicas se creó el programa de Alfabetización Ecológica; que es parte fundamental del currículo de enseñanza. Este programa consiste de una serie de actividades que pretenden reforzar la educación como enlace para el desarrollo de una conciencia social y de ambiente en los niños. De esta manera el programa contribuye a formar ciudadanos conscientes y comprometidos con la vida en el planeta. La idea de este programa surge del esfuerzo de un físico austriaco, Fritjof Capra, quien implementó un programa similar en los Estados Unidos.

Otro programa de educación ambiental que se estableció para educar a niños y jóvenes de comunidades especiales, es el Piá Ambiental. En este programa los asistentes aprenden de jardinería y siembra de huertos; además conocen las nociones básicas de salud y alimentación. También se organizan actividades artísticas en este programa.

Las favelas de Curitiba tienen su propio encanto. Es un submundo donde se respira esperanza y deseos de superación.

En 1989 inició el programa de Basura que no es basura, el cual enfatiza en recoger toda la “basura” que se puede utilizar nuevamente. Por ejemplo: televisores descompuestos, piezas de carros, sistemas estereofónicos, muebles, pedazos de madera y todo aquello que la gente desecha pensando que no se le puede dar uso. En las comunidades pobres se le “compran” estos artículos a quienes los reúnen y se les “paga” con comida. A este sistema de intercambio se le llamó Cambio Verde y consiste en ofrecerles a las comunidades de bajo poder adquisitivo la oportunidad de trabajar y así conseguir alimentos. El proceso es el siguiente: una vez a la semana se estacionan dos camiones en un área designada, uno que almacenará la “basura” y el otro viene lleno de frutas y vegetales. Los vecinos de ese lugar llevan sus carretillas llenas de artículos para reusar y los mismos son pesados. De acuerdo al peso se les entrega un boleto el cual van a redimir en el camión de los comestibles. El gobierno les compra a los agricultores lo que no logran vender y luego se les entrega a estas comunidades pobres, a cambio de que contribuyan a mantener la ciudad limpia. Este esfuerzo les ofrece a estas personas un sentido de valía, ya que están trabajando por su comida; no se les está regalando. Por otro lado, es un incentivo para el agricultor también, ya que no pierde en la venta de sus productos.

La transportación es otro aspecto fundamental en la preservación del medio ambiente en Curitiba. Al enfatizar en el desarrollo del transporte colectivo v. el individual, se evita en gran medida la contaminación del ambiente. Este sistema de transporte colectivo es de referencia mundial. Comenzó con un autobús expreso circulando en carriles exclusivos y ahora existen múltiples líneas que se integran en terminales y estaciones de tubos. El sistema actual cuenta con varios autobuses identificados con diferentes colores; cada uno con una ruta particular. También están las líneas especiales como la de Turismo, la línea de Hospitales y la de Enseñanza Especial, ésta última para transportar alumnos incapacitados a su escuela. La eficiencia del transporte se debe básicamente a la tecnología y la planificación. Este sistema de transporte ahorra tiempo a sus usuarios, gasta menos combustible y evita la contaminación. Además, permite que el ciudadano haga varios trayectos con sólo un pasaje; esto a su vez contribuye al presupuesto de las familias.

La ayuda social ha sido también un área de desarrollo en esta ciudad. Primeramente, se modificó la visión paternalista y sobre protectora a una mentalidad más independiente. El gobierno ayuda, pero los ciudadanos no dependen de éste por completo. Actualmente el ciudadano tiene la responsabilidad de su progreso. En el programa de Acción Social se le ofrece ayuda a quien lo necesita y se educa a las familias para que lleguen a ser independientes. La planificación de estos programas cuenta con una puerta de entrada y una de salida. A las personas se les ofrecen los diferentes programas, según su necesidad, y se les provee las herramientas para que salgan a flote y luego puedan continuar solos. En otras palabras, no se le dan los peces, sino que se les enseña a pescar.

En Curitiba existe una conciencia ambiental verdadera y el gobierno y la sociedad en general apoya este principio. Curitiba es una ciudad que se ha enfocado en las posibilidades. Los ciudadanos han cambiado la perspectiva hacia la vida y han logrado que surja una motivación general para continuar evolucionando en armonía con el ambiente. El balance que han creado con su entorno se debe básicamente a la integración, descentralización, estructuración e implantación de sus programas, pero más que nada, a un cambio que comenzó en sus mentes; empezaron a ver la vida de manera diferente y a pensar integralmente.

La autora es editora de DéjàVu Travel Journal. Este artículo fue publicado originalmente en la edición de marzo-abril de la Revista Atabey.

La Universidad del Medio Ambiente está localizada dentro del Bosque Zainelli. Su construcción con viejos troncos de eucalipto es un ejemplo de reúso y reciclaje.