Miembros de los grupos comunitarios durante la conferencia de prensa. (suministrada)

Diversos grupos comunitarios, ambientales y de médicos profesionales denunciaron el 6 de diciembre de 2011 una serie de acciones de la presente administración gubernamental «que demuestran que la nueva política pública oficial para el manejo de basura en Puerto Rico es pegarle fuego». La orden para cerrar los vertederos de la isla en 36 meses, la propuesta construcción de un incinerador en Arecibo y la fugaz consideración de una Declaración de Impacto Ambiental de otro incinerador en Barceloneta son algunas de las acciones que une a estos grupos de la sociedad civil en contra de la incineración y los riesgos a la salud y al ambiente que éstos representan.

“Mucha gente no entiende que quemar basura tan sólo genera otro desperdicio sólido, la ceniza. Y que esta ceniza termina depositándose en nuestros vertederos. De hecho, por cada tonelada de basura que se enciende, una tercera parte termina como cenizas altamente tóxica. Pegarle fuego a nuestra basura no es una solución. Tenemos que reducir, reusar, reciclar y compostar nuestros desperdicios sólidos. Así podemos atender el 67% de nuestra basura y a su vez, generar miles de empleos en Puerto Rico. Pero en vez de trabajar con el concepto de “Basura Cero”, la actual administración ha establecido a la incineración de basura como su principal estrategia de manejo de desperdicios sólidos en la isla”, dijo Javier Biaggi, líder del Sierra Club y miembro del Frente Amplio Contra el Incinerador.

Una de las más recientes acciones de política pública que favorecen la quema de basura salió a relucir la semana pasada cuando las comunidades de Barceloneta se enteraron de la posible aprobación del documento ambiental de un incinerador de 249 toneladas de basura diaria. La Junta de Calidad Ambiental aprobará la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de este proyecto en los próximos 10 días, lo que significaría una aprobación en menos de un mes desde su revisión inicial. La prisa en evaluar el documento, según los líderes comunitarios, viene como resultado de la “falsa” declaración de emergencia energética del Gobernador Fortuño y el impulso indebido hacia la quema de basura a través de la incineración. (DIA – Revisada: www.jca.gobierno.pr, sección «Documentos Ambientales», 2011)

“No sabíamos de la propuesta del incinerador en Barceloneta ni sobre las vistas públicas que supuestamente celebraron. Y los vecinos del área donde proponen construir no se enteraron. Nos preocupa grandemente que propongan una facilidad de quema de basura que está tratando de evadir el tener que solicitar un permiso de aire de la EPA. Somos parte del pueblo responsable al decirle al gobernador y al alcalde que hay maneras más efectivas y menos dañinas de bregar con la basura y generar energía eléctrica”, dijeron Diana Pérez y Jorge Rosario, lideres de la Eco Comunidad Histórica de Barceloneta, refiriéndose a los límites establecidos para requerir un permiso de aire de la Agencia Federal de Protección Ambiental de 250 toneladas diarias cuando el incinerador en Barceloneta propone quemar 249 toneladas diarias.

Por otra parte, la Junta de Calidad Ambiental emitió una nueva resolución el 16 de octubre ordenando el cierre de todos los vertederos que estén fuera de cumplimento de sus reglamentos dentro de 36 meses. Esta movida impulsaría a los municipios hacia la incineración en vez de hacia la reducción, el reúso, el reciclaje y la composta, el modelo que promueven las comunidades. (Resolución: http://www2.pr.gov/agencias/jca/Documents/Publicaciones%20de%20Inter%C3%A9s/Resoluciones/R-11-16-5.pdf)

“De primera instancia, cerrar los vertederos fuera de cumplimiento en 36 meses podría parecer como una buena idea. Sin embargo, el problema es que si los municipios no ven alternativa sobre qué hacer con su basura y el gobierno no requiere cumplimiento con la Ley de Reciclaje, vamos a ver la basura en vertederos clandestinos o directos al incinerador. El modelo de reducción, reúso, reciclaje y composta no sólo es la alternativa requerida por ley sino es el modelo que protege la salud de nuestro pueblo y genera empleos”, agregó Biaggi.

Según la doctora Carmen Ortiz Roque, presidenta del Comité de Salud Pública y Ambiental del Colegio de Médicos, “la incineración de basura doméstica puede exponer a la población vientos abajo de las chimeneas a múltiples tóxicos conocidos como las dioxinas y furanos y los metales pesados los cuales se relacionan con diversas enfermedades serias, incluyendo varios tipos de cáncer”.

El mes pasado, la EPA anunció que el municipio de Arecibo está fuera de cumplimiento con los límites de plomo en el aire establecidos en la Ley Federal de Aire Limpio (Clean Air Act), debido, en parte, a la concentración de instalaciones industriales en el área, incluyendo un procesador de baterías que incumple con leyes y reglamentos federales. Grupos locales en Arecibo plantean que están viviendo los impactos acumulativos de todas estas instalaciones, las cuales están poniendo la salud del pueblo en riesgo.

“Vivimos rodeados por un vertedero fuera de cumplimiento, un procesador de baterías fuera de cumplimiento, y ahora quieren traer dos incineradores más, uno que va a quemar 2,100  toneladas de basura diarias y otro que va a quemar 249 toneladas diarias, una tonelada menos de la cantidad que requiere un permiso de aire de la EPA. Estamos rodeados. Estamos pagando y vamos a pagar con nuestra salud. Tenemos que implantar la alternativa Basura Cero”, dijo Fernando Marquez, quien llevó una carta a la EPA en Washington DC enumerando todos los impactos acumulativos que recibe Arecibo como municipio, carta escrita por la abogada Aleida Centeno, a nombre del grupo de las Madres de Negro.

Los grupos presentaron su concepto alternativo para el manejo de basura en Puerto Rico: “basura cero”. Treinta y cinco por ciento de la basura en Puerto Rico es materia orgánica que se puede compostar. Pero para ser factible, según el Sierra Club, se tiene que enmendar el reglamento de composta. El 12% de la basura se compone de envases y otros productos de plástico y vidrio. Para manejar estos productos plásticos y de cristal, necesitamos que la legislatura apruebe un “Bottle Bill” o un Programa de Depósito por Envase que provea un incentivo económico para su recogido y reciclaje. El 19% del material que termina en los vertederos es papel y cartón, fácilmente reducido y reciclado. El 11% es metal que actualmente está siendo reciclado por su valor en el mercado. El sobrante estaría sujeto a análisis y otros usos antes de decidir su fin.

“El concepto «basura cero» logra eliminar la basura que se dirige tanto al vertedero como al incinerador. Provee un nuevo uso a casi todos los desperdicios que generamos. Provee hasta 10 empleos por cada empleo que puede producir el entierro o la quema de basura. Es hora de proteger nuestra salud y estimular nuestra economía”, planteó Jose Luis Alsina, Director de Conservación de Sierra Club.

Los líderes recordaron que durante las últimas décadas, diversas comunidades de Puerto Rico han rechazado la quema de basura, tanto en Guaynabo, como en Caguas, Carolina, Bayamón, Mayagüez y Arecibo dos veces. “Vamos a seguir rechazando la quema de basura e insistiendo en la visión «basura cero». Invitamos a toda la comunidad puertorriqueña a unirse en el primer aniversario de la lucha en contra del incinerador en Arecibo, a celebrarse el próximo miércoles, 7 de diciembre a las 12 del mediodía frente a la Alcaldía de Arecibo, donde semanalmente  las Madres de Negro se reúnen para recordar al mundo que todos tenemos el derecho de vivir con salud en un ambiente sano”, dijo Carmen Julia Pagán, en representación  de las Madres de Negro.