mariquita de Puerto Rico (suministrada por el DRNA)

La población se estima en unos 850 individuos en el suroeste de PR

El Proyecto Recuperación de la Mariquita de Puerto Rico del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ha logrado aumentar la población de la mariquita de Puerto Rico (Agelaius xanthomus), ave endémica y en peligro de extinción, de 300 estimadas en el 1982 a 850 individuos en el suroeste de Puerto Rico (Cabo Rojo – Lajas), según informó Daniel J. Galán Kercadó, Secretario del DRNA.

«Esta ave se encontraba distribuida en todo Puerto Rico, pero debido al parasitismo reproductivo del tordo lustroso (Molothrus bonariensis) junto con otras amenazas como; plaguicidas, depredadores exóticos, ectoparásitos y alteraciones al hábitat de anidación, alimentación y pernocte, su población llegó a reducirse de 2000 individuos en el año 1976 a 300 para el año 1982 en el suroeste de Puerto Rico«, indicó el Secretario.

Debido a todas las amenazas de la mariquita de Puerto Rico, que se encuentra protegida bajo leyes estatales, federales e internacionales por estar en peligro de extinción, sólo quedaron remanentes poblacionales en Aguirre (Guayama-Salinas), la antigua Base Naval Roosevelt Roads (Ceiba) y un bastión en el suroeste (Cabo Rojo–Lajas). Similarmente, hay una población en Isla de Mona con unos 350 individuos (sub especie A. x. monensis).

El Proyecto Recuperación de la Mariquita de Puerto Rico ha logrado controlar los efectos negativos del parasitismo reproductivo, ectoparásitos en pichones y depredadores en nidos. Los tordos son removidos en todas sus etapas de vida (Ej. adultos en trampas, huevos en nidos). Los depredadores son excluidos de los nidos, mediante artefactos o estructuras que mecánicamente impiden el acceso del depredador al contenido del nido.

«La producción de volantones (ave entre 7 a 14 días de edad) ha sido exitosa con un promedio de 353 volantones por año desde el 2008. En fin, la población del suroeste hoy día se estima en unas 850 mariquitas y logramos una tendencia esperanzadora de producción de nidos fuera de las estructuras que el DRNA provee», añadió el Secretario.

Similarmente, en los últimos dos años se evaluó el destino de los volantones de mariquitas mediante la técnica de telemetría. Se colocaron radio-transmisores a volantones justo antes de que abandonaran sus nidos. Lamentablemente no se encontró evidencia de que estos volantones sobrevivieran la transición de la vida en el nido a la vida libre en su etapa juvenil. Se encontró evidencia de que éstos permanecen hasta diez días en el manglar más cercano al nido.

«La meta es manejar el hábitat que provee refugio a la mariquita en su etapa juvenil y que de esta forma, el reclutamiento de nuevos individuos logre una población saludable que a su vez mejore la probabilidad de supervivencia de la especie», señaló Roseanne Medina Miranda, coordinadora del Proyecto Recuperación de la Mariquita Puerto Rico, de la División Recursos Terrestres del DRNA.

Por otro lado, Gabriel Lugo, pasado presidente de la directiva de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña (SOPI), mencionó a la Revista Atabey que «cuando [el Secretario] menciona que han controlado la población del tordo lustroso paracería que sólo le informaron lo que el programa logró en su mejor momento. Sólo hay que ir donde los tordos, junto a los changos y las propias mariquitas pernoctan, para darse cuenta que los tordos si no triplican, al menos duplican la población de mariquitas».

Lugo añadió en nuestra red social en Facebook que «da pena ver eso en el «field» y leer que ha tenido éxito. Bueno, lo tuvo, pero debería ser de continuo la captura de tordos, no sólo en el suroeste (por eso sólo se mantienen allí y por que anidan en colonias), debería extenderse el programa a todo Puerto Rico, pues el tordo parasita de igual forma y está mermando las poblaciones del bienteveo y la calandria».

«Claro para la noticia suena mejor decir que hay más que al comienzo del programa, pero no quiere decir que es como debe estar», finalizó diciendo el experto en observación de aves.