En días recientes, Ana Elisa Pérez Quintero recibió el Brower Youth Award otorgado por el Earth Island Institute por su labor en educación, ciencia y activismo ambiental en Puerto Rico. Pérez Quintero y otros cinco jóvenes obtuvieron un premio de $3,000 que se entregó en una ceremonia en San Francisco, California. La estudiante de cuarto año en la Universidad de Puerto Rico, recomendada por el Sierra Club y la Sociedad Ecológica de América, es la primera joven puertorriqueña que recibe tan destacado galardón.
“Mi trabajo en México y con el Corredor Ecológico del Noreste me hizo darme cuenta de la importancia de hacer trabajos de investigación ecológica en conjunto con las comunidades que se ven más afectadas por las diversas problemáticas ambientales. Espero que el Brower Youth Award me ayude a continuar enseñando que ecosistemas saludables equivalen a gente saludable”, dijo la joven.
Ana Elisa recibió el premio por su labor en el desarrollo de la educación ambiental y su ardua labor en defensa del Corredor Ecológico del Noreste (CEN). Fue una de las líderes principales en la organización de la campaña política, social y ambiental a favor de un desarrollo sustentable y público del área. El CEN es el único tramo de 3,500 acres de costa sin edificios en todo Puerto Rico. En el año 2007 fue designada como una reserva natural, pero el actual gobernador eliminó la zona como reserva para promover un proyecto de desarrollo de mega hoteles.
“Ana Elisa es un joven que nos alumbra con esperanza. Su energía es contagiosa. Si alguien va a convertir a Puerto Rico en una Isla verdaderamente verde, va a ser ella. Y va a activar a todos en su misión de educar a los jóvenes, basada en el activismo pero también en la ciencia con el fin de proteger lugares como el Corredor Ecológico del Noreste”, dijo Camilla Feibelman, organizadora comunitaria de Sierra Club de Puerto Rico.
Desde los 14 años ha trabajado por el Corredor Ecológico del Noreste y con el Sierra Club, a los quince años formó el grupo Yelba Güena en su Escuela UHS. Después como estudiante de primer año fundó la organización Grupos Ambientales Interdisciplinarios Aliados (GAIA), con el lema “Ecosistemas saludables, gente saludable”, creando un vínculo entre el activismo ambiental, la investigación en ecología y los proyectos a largo plazo de conservación y desarrollo sostenible. Durante sus cuatro años GAIA se ha convertido en una organización que no sólo trabaja con la educación ambiental en las escuelas elementales de Puerto Rico sino también con el diseño de currículos, investigaciones bio-culturales a nivel comunitario y el establecimiento de estaciones biológicas a nivel internacional.
“Ana Elisa ha sido y siempre será una inspiración para todos. Su esfuerzo desde tan temprana edad ha iluminado el camino de muchos y esperamos seguir escuchando de esta grandiosa eco-ciudadana. GAIA ha sido un espacio donde muchas otras personas han podido compartir esa visión”, dijo Colibrí Sanfiorenzo-Barnhard, voluntaria de GAIA.
Pérez Quintero también ha sido becada por el Programa SEEDS (Strategies for Education Ecology and Sustainability) de la Sociedad Ecológica de America en varias ocasiones para presentar y hacer investigación en ecología a nivel internacional. A los 17 años recibió el SEEDS Fellowship y viajó a Chiapas donde se expuso a las realidades de los indígenas de este estado mexicano, muchos de ellos agricultores que se ven directamente afectados por el uso inadecuado de herbicidas. Allí trabajó proyectos de investigación en agroecológica, estudiando el uso y la biodiversidad de las plantas en la región para mitigar el daño de los químicos.
El Earth Island Institute creó los Brower Youth Awards en honor al legendario activista ambiental David R. Brower quien dirigió campañas para establecer nueve parques nacionales, ayudó a que se lograra pasar el Wilderness Act of 1964 y logró la protección de millones de acres de terreno público. Muchos lo consideran, junto con John Muir y Rachel Carson, el fundador de los nuevos movimientos ambientales. El Brower Youth Awards es un reconocimiento que se otorga anualmente a seis jóvenes activistas en Estados Unidos que se destacan por su labor de cabildeo y justicia ambiental.
