La especie marina ha padecido en los últimos años de una enfermedad relacionada al herpes virus
El Programa de Tortugas Marinas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) realiza estudios del peje blanco (Chelonia mydas) en la Isla de Culebra, donde se han reportado agregaciones de alta densidad de esta especie. Sin embargo, el peje blanco o la tortuga verde ha padecido en los últimos años de una enfermedad relacionada al herpes virus, ocasionando que le crezcan unas verrugas o tumores en los ojos y aletas, informó Daniel J. Galán Kercadó, Secretario.
“El peje blanco es otra de nuestras especies de tortugas marinas que habitan nuestras aguas y se reproducen en nuestras playas; y a pesar de que estos tumores no son malignos, por crecer en lugares como los ojos, no les permite ver con claridad el alimento y mueren por desnutrición”, añadió el Secretario.
Biólogos del DRNA junto a personal especializado de la escuela de Veterinaria de la Universidad de Georgia y el Zoológico de Atlanta han iniciado una serie de estudios desde que se reportó esta enfermedad en los pejes de Culebra.
“Parte del trabajo conlleva removerle los tumores y de esa manera activar el sistema inmunológico de la tortuga para que comience a combatir la enfermedad. En estos momentos la incidencia de los tumores de fibropapillomas (como se le conoce a esta enfermedad) ha mermado, de un 70% en animales capturados en Puerto Manglar a 1% en nuestro último censo de marzo del 2010”, explicó Carlos E. Diez, Biólogo del Programa de Tortugas Marinas del DRNA.
Otros resultados del proyecto indican que estas agregaciones de peje blanco una vez llegan a su edad adulta migran a diferentes puntos del Caribe y lugares tan distantes como la costa norte de Brasil.
A pesar que los juveniles de esta especie pueden encontrarse alrededor en las aguas de nuestras costas, es muy poco el anidaje que existe para esta tortuga marina. El lugar más importante de anidaje en Puerto Rico es en la isla de Vieques, en donde esta temporada se han reportado más de 200 nidos; seguido por Isla de Mona, donde se reportaron sobre 20 nidos.
“Próximamente estaremos realizando otro censo para evaluar cómo sigue la incidencia de esta enfermedad y la recuperación de la especie. Al igual que el tinglar y el carey, el peje blanco se encuentra protegido por leyes estatales y federales por lo que exhortamos a la ciudadanía a proteger estas especies marinas”, finalizó el Secretario.