Redacción Atabey
El planeta se calienta, se agota el agua, la tierra se degrada, surgen nuevas enfermedades, se consume en exceso y el agua se contamina, son algunos de los problemas ambientales presentados en los meses de enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre en el nuevo calendario de 2010 de la Fundación Azara, titulado Huella ecológica. Con el eslogan «Se lo haces a la Tierra, te lo haces a vos», el almanaque tiene como objetivo concienciar sobre la acelerada degradación del planeta y proponer medidas para revertir la situación en los próximos 10 años.
El resto de los meses, febrero, abril, junio, agosto y octubre presentan los problemas ambientales relacionados a la desaparición de los bosques, el agotamiento de ¾ de los recursos pesqueros, la extinción, el desbordamiento de los océanos y la contaminación del aire. Finalmente, diciembre plantea una solución a varias de las cuestiones planteadas: la energía del sol.
La fotógrafa Gaby Herbstein presenta en los doce meses una problemática ambiental y unas posibles soluciones, mayormente dirigidas a cada individuo. El propósito es crear conciencia y promover la acción de las personas en su vida cotidiana, lugar de trabajo o estudios, entre otros, para minimizar su huella ecológica. Este término se refiere a “un indicador definido como el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un modo de vida específico de forma indefinida”. Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el Planeta de un determinado modo o forma de vida y, comparado con la biocapacidad del planeta.
La campaña, realizada desde Argentina, también presenta información y datos específicos sobre los principales problemas ambientales a nivel mundial y los abordados con el calendario. En su página web incluyen interesantes notas relacionadas a la población mundial, las riquezas, la pobreza, el hambre, inversiones económicas, entre otros. “El mundo invierte 12 veces más en gastos militares que en ayuda para el desarrollo”, es uno de los apuntes destacados.