Cinco agencias gubernamentales presentaron en días recientes el Protocolo para el Manejo de la Sequía en Puerto Rico, una iniciativa de la que carecía el país y que persigue que ese tipo de fenómeno se atienda de manera integral y coordinada para que pueda ser usada por futuras generaciones que enfrenten ese problema.
El director de la Agencia estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD), Miguel A. Ríos Torres; la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez; el presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Alberto M. Lázaro Castro; la secretaria del Departamento de Agricultura, Myrna Comas Pagán; y el jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel A. Crespo Ortiz, firmaron el documento que fue redactado con el asesoramiento de los principales expertos en el tema.
Los directores de las agencias durante la firma del documento. (suministrada)
El Protocolo fue presentado como parte del simposio: “Sequía y cambio climático en Puerto Rico”, que celebró el DRNA, junto a la Universidad Metropolitana y el Consejo de Cambio Climático de Puerto Rico.
«La situación y experiencia del año 2014, además del manejo de la sequía apropiadamente, nos ofreció una oportunidad para el desarrollo de un Protocolo de Sequía. Por primera vez, tenemos una herramienta de trabajo que podemos utilizar en cualquier emergencia que se nos presente”, expresó el director de Aemead, Miguel A. Ríos Torres.
“Nuestro lema es: ‘preparados salvamos vida’. Este protocolo, que comenzamos a desarrollar el pasado año, es una herramienta de preparación y respuesta a un evento que no es muy frecuente en Puerto Rico, pero que tiene gran impacto en nuestra ciudadanía y nuestra economía. Ahora, contamos con una guía para el manejo de sequía de una forma coordinada entre todas las agencias”, puntualizó Ríos.
En Puerto Rico se atendían las emergencias por sequía de manera interdependiente sin tener un protocolo que atendiera de manera integral los diferentes usos del agua que incluyen el consumo humano. (foto por Patricia Alim Riquelme Wolpat, Flircr, CC)
La AEMEAD es la agencia que activa el protocolo tan pronto el Gobernador de Puerto Rico emite la Declaración de emergencia por sequía, fundamentado en la recomendación de la Secretaria del DRNA (como establece la Ley de Aguas de Puerto Rico) y con la información y consejo de las demás agencias.
“En Puerto Rico se atendían las emergencias por sequía de manera interdependiente sin tener un protocolo que atendiera de manera integral los diferentes usos del agua que incluyen el consumo humano, los usos agrícolas y la biodiversidad. El año pasado comenzamos a instrumentarlo y a preparar este protocolo que hoy dejamos como legado para el país”, expresó la titular del DRNA, Carmen R. Guerrero Pérez.
El presidente ejecutivo de la AAA, Alberto M. Lázaro Castro, expresó “luego de dos décadas, el pasado año experimentamos una de las sequías más intensas que nos comprometió los abastos de agua disponibles para varias zonas en Puerto Rico, principalmente en el área metropolitana. Todos, con un esfuerzo en conjunto y una operación exitosa de nuestros sistemas de distribución, pudimos manejar la situación hasta que tuvimos las lluvias necesarias que nos permitieron normalizar los niveles. De todo este proceso, se adquirieron unas experiencias sumamente importantes y se establecieron herramientas de trabajo vitales para operar, manejar y distribuir el recurso, minimizando el impacto al ciudadano. Ese es un legado que dejamos a las futuras generaciones para que valoren totalmente el recurso agua y lo utilicen de manera consciente».
El Protocolo fue presentado como parte del simposio: “Sequía y cambio climático en Puerto Rico”, que celebró el DRNA, junto a la Universidad Metropolitana y el Consejo de Cambio Climático de Puerto Rico. (suministrada)
«Uno de los sectores económicos que más se ve afectado en períodos de sequía es el agrícola, por lo que para los agricultores es importante que se tenga un protocolo para monitorear las condiciones de sequía y la responsabilidad de cada uno para el uso más eficiente del agua», señaló la secretaria de Agricultura, Myrna Comas Pagán.
El jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel A. Crespo Ortiz, indicó “para el Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, el agua es nuestra principal herramienta de trabajo para salvar vidas y propiedades; por esta razón, resulta imprescindible que el Estado tenga un plan para el manejo coordinado y eficiente en caso de eventos de sequías. En esa línea, el protocolo que presentamos y suscribimos hoy da fe del esfuerzo que ha llevado a cabo esta administración para garantizar que la ciudadanía se vea afectada lo menos posible durante estos períodos”.
Este protocolo identifica el papel detallado que desempeña cada agencia gubernamental incorporando la academia y cuerpos asesores federales tales como: el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) y el Sevicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
De igual forma, establece diversos cursos de acción y responsabilidades para la atención de las emergencias asociadas con este evento, la investigación, análisis y monitoría de la sequía, así como las fases de educación a la población.
Los factores para determinar la existencia de la sequía y el grado de severidad son estudiados por el Comité Científico que manteniene vigilancia de este tipo de fenómeno mediante el uso de múltiples instrumentos. (foto por Davide Ge)
Tan pronto AEMEAD activa el protocolo, entra en funciones el Comité Ejecutivo de Manejo de Sequía compuesto por las cinco agencias que lo presentan, el Comité Científico, el Comité de Acción y Respuesta, el Comité de Manejo de Embalses y el Comité de Comunicaciones.
Esos grupos de trabajo implantan acciones de acuerdo a la fase de sequía que deban atender. Se establecen cuatros fases de acuerdo a la severidad del evento, a saber: vigilancia, aviso de estado de sequía, aviso de sequía extrema y la culminación de la sequía.
Los factores para determinar la existencia de la sequía y el grado de severidad son estudiados por el Comité Científico que manteniene vigilancia de este tipo de fenómeno mediante el uso de múltiples instrumentos.
