Niños participantes del campamento de verano del DRNA aprendiendo sobre la flora y fauna en un bosque. (foto por Carlos J. Cruz)

Niños participantes del campamento de verano del DRNA aprendiendo sobre la flora y fauna en un bosque. (foto por Carlos J. Cruz)

Por Marielisa Ortiz Berríos, Revista Atabey 

El verano no es solo para divertirse y disfrutar, también para aprender en el proceso. Así lo demostraron un grupo de niños y jóvenes que participaron durante los pasados meses de verano, de talleres, campamentos y aventuras de temática ambiental donde pudieron conocer, explorar, investigar y educarse.

Uno de estos talleres, Una aventura con la naturaleza, fue organizado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Los participantes, hijos de empleados del DRNA, visitaron bosques, embalses y áreas costeras. Los integrantes del taller tuvieron la oportunidad de practicar la pesca recreativa, realizar censos de aves, participar de un proyecto de ciudadano científico haciendo inventario de nidos de tinglares, practicar varios juegos ambientales, redactar informes de campo, tomar fotografías de naturaleza, realizar investigaciones de calidad de agua y al finalizar realizar unas presentaciones orales frente a sus padres y personal del DRNA.

“Nuestra política pública va dirigida a educar a la población sobre la conservación del ambiente y el uso de nuestros recursos naturales para el disfrute de toda la comunidad y promover el desarrollo social y económico”, afirmó la secretaria de la agencia, Carmen Guerrero.

Participantes del campamento Guardianes del Ambiente de la JCA, durante un taller de siembra en gomas usadas. (suministrada por la JCA)

Participantes del campamento Guardianes del Ambiente de la JCA, durante un taller de siembra en gomas usadas. (suministrada por la JCA)

Los niños y jóvenes también fueron partícipes de conferencias y talleres dentro del edificio de las agencias ambientales, como el taller de papel reciclado, ofrecido por Maritere Mojica, de la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS) y la charla sobre el san pedrito, ofrecida por José “Pepe” González, experto en aves.

De otra parte, durante el mes de julio se llevó a cabo el campamento de verano Guardianes del Ambiente en el que participaron los hijos e hijas de los empleados de la JCA. Los guardianes, que se dividieron en grupos de flora y fauna, agua, tierra y aire, disfrutaron muchísimo de talleres de arte, huertos caseros, conciencia ambiental, entre otros temas. “Estamos seguros que con esta iniciativa los hijos e hijas de nuestros empleados cultivaron su conciencia ambiental y aprendieron a cuidar de su entorno natural. En la JCA promovemos y endosamos todas aquellas actividades que promuevan un despertar hacia la conservación de nuestros recursos naturales”, subrayó la licenciada Laura M. Vélez Vélez, presidenta de la JCA.

Un niño participante del campamento Sicómoro muestra una creación reutilizando materiales. (suministrada por Sicómoro)

Un niño participante del campamento Sicómoro muestra una creación reutilizando materiales. (suministrada por Sicómoro)

Entretanto, algunos grupos comunitarios también ofrecieron oportunidades de aprendizaje ambiental durante los meses de verano. Este es el caso de Sicómoro, Inc., una organización sin fines de lucro (ONG), con base de fe y comunitaria, que ha estado impactando varias comunidades de Arecibo.

“Sicómoro, Inc. durante este verano 2013 estuvo realizando un campamento de verano el cual nosotros llamamos aventura de verano. Lo llamamos así porque creamos un currículo innovador, viviendo una verdadera aventura, lleno de valores, base de fe y sana convivencia entre sus pares”, expresó Glorianne García, secretaria de la ONG.

“Al igual que trabajamos para que se proteja el ambiente y haya justicia ambiental, este año decidimos, con la colaboración de Basura Cero, crear un centro de acopio durante la aventura de verano”, explicó García, al añadir que gracias esto calcularon que, solo en vasos, evitaron utilizar 2,940 recipientes desechables, los cuales -por lo general- son enviados a los vertederos. “Este tipo de iniciativa que tomamos nos ayudó a crear conciencia de cuánta basura podemos generar en tan solo dos semanas y solo en vasos”, señaló, al especificar que cada uno de los voluntarios donó dos vasos reusables, logrando obtener 105 vasos lavables.