En el Día Mundial de los Océanos, celebrado desde 2009 cada 8 de junio, compartimos el siguiente artículo de la organización Plastic Free Ocean. Este año la temática va dirigida a la juventud como agentes de cambios.
Por Glenda Rosado
Puerto Rico, por su condición de isla, está rodeado de agua y es parte esencial de nuestra vida como caribeños. Cada uno de los habitantes de la isla seguramente ha tenido contacto con el mar y sus recursos. Tal y como es parte de la vida isleña, así debe ser la conciencia y la disposición de ayudar a conservarlo.
En la Revista Atabey siempre se reseñan organizaciones que cuentan con una gran conciencia ambiental y esta vez le tocó el turno a Plastic Free Ocean. La misión de esta organización es crear conciencia sobre los riesgos a la salud y la amenaza a la vida silvestre y al ambiente, en el uso excesivo de plásticos especialmente cuando terminan en el fondo del mar.
Plastic Free Ocean urge a las personas a conocer sobre los riesgos del plástico para su salud y el ambiente. Por ejemplo, el plástico PVC, comúnmente conocido como vinyl, se ha convertido en uno de los plásticos más usados. Se utiliza en empaques, enseres del hogar, juguetes, partes de carros y hasta materiales de hospital. Este tipo de plástico no es costoso y es una de las sustancias más tóxicas que contaminan el planeta.
El Centro para la Salud, Ambiente y Justicia, de Nueva York, lleva una campaña para lograr eliminar los productos con PVC en los hogares y escuelas. De acuerdo a su página en internet, PVC es el plástico más tóxico para la salud y el medio ambiente. Este plástico libera un sinnúmero de productos químicos peligrosos. Éstos incluyen a las dioxinas, cloruro de vinilo, cloruro de etileno, el plomo, entre otros.
Millones son las toneladas de plástico que se almacenan en el fondo del mar y el propósito es encontrar métodos para el procesamiento de éstos para evitar que terminen en el mar. Plastic Free Ocean es una organización sin fin de lucro incorporada en California y que en Puerto Rico es liderada por Ernie Álvarez.
Álvarez se unió a la causa el año pasado gracias a Ark, la compañía que fabrica las tablas para el deporte de “paddling”, que él practica. Ark enlazó a Álvarez con Tom Jones quien lleva una iniciativa similar en los Estados Unidos y es el fundador de Plastic Free Ocean. Jones trata de llamar la atención de los gobiernos y ciudadanos sobre el grave problema del plástico en los océanos en una travesía en su tabla por diferentes partes de los Estados Unidos.
En Puerto Rico Álvarez realizó el mismo evento; una travesía de un poco más de 1,650 millas a la que llamaron Plastic Free Ocean / Paddle 2010 Puerto Rico. Durante el recorrido por la isla de Puerto Rico el propósito fue llamar la atención de los municipios, alcaldes y funcionarios del gobierno sobre la necesidad de atender el problema de contaminación en los océanos. En entrevista con Atabey, Álvarez recalcó la importancia de llegar a los niños y llevarle su mensaje.
“El problema del plástico y la basura es uno bien serio, somos número uno per cápita en el mundo en la disposición de desperdicios sólidos y verdaderamente es alarmante por el tamaño de la isla y no tenemos otra solución que controlar los desperdicios sólidos. Debemos ser proactivos en no lanzarlos al mar”, comentó Álvarez.
Sobre las soluciones al problema de la basura Álvarez expresó que la educación es lo más importante. “Sobre todo primero hay que crear un país de personas educadas. Eso comienza desde pequeños donde se debe tener al ambiente como plataforma e incluirnos en la educación primaria en las escuelas, ese sería el primer paso. La segunda sería multar a las personas por arrojar basura. Aquí en Puerto Rico se han hecho campañas que han sido efectivas mientras dura la campaña. Aquí a nadie se le multa por arrojar basura, eso debería ser un crimen grave ya que atenta contra el ambiente. En cuanto al problema de los plásticos, se debería eliminar las bolsas plásticas de los supermercados”, manifestó.
En Puerto Rico, la organización funciona con un grupo pequeño que trabaja con los niños de las escuelas públicas, mostrándoles qué está pasando y la gravedad del asunto. “No somos muchos, pero hacemos el trabajo de 20 personas. Las agencias del gobierno están manos atadas y aunque hemos recibido su apoyo, quienes realmente mueven la causa son las iniciativas de la comunidad que son más importantes”, destacó Álvarez.
“Los medios deberían reenfocarse y mostrar una voz más positiva para dar a conocer lo que está pasando. Necesitamos un pueblo educado, civilizado y fuera de la ignorancia y el amor al consumo. Yo tengo mucha esperanza en las generaciones futuras. El año que viene esperamos hacer otro evento e impactar a Puerto Rico y toda el área del Caribe”, concluyó.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición de junio-julio de 2011 de nuestra publicación.