Los habitantes de Makoko se trasladan en canoas, navegando este barrio construido sobre pilotes en la laguna de Lagos, en Nigeria. (tomada de observadorglobal.com)

Los habitantes de Makoko se trasladan en canoas, navegando este barrio construido sobre pilotes en la laguna de Lagos, en Nigeria. (tomada de observadorglobal.com)

Comunicado de prensa del Sierra Club

Copenhague, Dinamarca — Después de dos semanas de arduas negociaciones, el Presidente Obama llegó a Copenhague, continuó el progreso alcanzado por la Secretaria de Estado Clinton, negoció durante horas personalmente con líderes mundiales y anunció los elementos de un acuerdo climático internacional. El Sierra Club ofrece los siguientes comentarios al respecto:

Declaración de Carl Pope, Director Ejecutivo del Sierra Club

«Las naciones del mundo se han reunido y han concluido un acuerdo histórico –aunque incompleto– para comenzar a combatir el calentamiento global. El anuncio de esta noche es sólo un primer paso y queda mucho trabajo por hacer en los próximos días y meses para completar un acuerdo climático final que sea justo, vinculante y ambicioso. Es imperativo que las negociaciones se reanuden tan pronto como sea posible.

«El Presidente Obama y el resto del mundo pagaron todos un enorme precio aquí en Copenhague debido al obstruccionismo del Senado de Estados Unidos. El que se haya llegado a un acuerdo es prueba del liderazgo del Presidente Obama –mucho más notable dada la pobrísima labor legislativa del Senado que resultó en el fracaso de aprobar la reforma energética y climática que todavía les ocupa. Ahora que el resto del mundo –incluyendo países como China e India– ha dejado claro que está dispuesto a actuar, el Senado tiene que aprobar la ley de reforma energética lo antes posible. Estados Unidos y el resto del mundo no pueden seguir secuestrados por politiqueros ni obstruccionismos provincianos.

«Lo que ha quedado claro en las dos últimas semanas es que ya no existe duda alguna sobre la ciencia del calentamiento global ni sobre la urgencia con la que tenemos que actuar. Una larga lista de naciones desarrolladas y en desarrollo dejó patentemente claro que va a implementar sus planes nacionales para atacar el calentamiento global y construir economías de energía limpia, no porque se le exigió que lo hiciera sino simplemente porque es en beneficio de sus propios intereses.

«El acuerdo al que se ha llegado aquí posee todos los ingredientes para establecer un acuerdo final — un objetivo de mitigación de dos grados centígrados, planes de acción nacionales apropiados, un mecanismo de financiación mundial contra el calentamiento global y transparencia en los compromisos nacionales. El Presidente Obama ha logrado alcanzar un notable progreso en los últimos 11 meses y ahora parece ser que Estados Unidos — y el resto del mundo– están dispuestos a completar la ardua tarea que ha comenzado aquí en Copenhague.

«Dos semanas frías en Copenhague han dado a la humanidad su mejor oportunidad de evitar las calamidades del calentamiento global. El acuerdo que hoy vemos no es ni perfecto ni está completo. Pero no podemos dejar que esta oportunidad se nos escape».