Amenaza para el ambiente los pañales desechables
Por Marielisa Ortiz Berríos
Redacción Atabey
¿Sabías que, según datos de la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA, por sus siglas en inglés), un pañal desechable podría tardar alrededor de 500 años en desintegrarse en un vertedero? Esta cifra es alarmante si consideramos que un niño podría usar unos 4,000 en sus primeros dos años de vida.
Los pañales desechables tradicionales están hechos de plástico, celulosa, materiales que provienen del petróleo y otros productos químicos, como el polietileno, lo que dificulta su degradación en el ambiente. Para fabricar pañales desechables se requiere un alto consumo de agua, energía no renovable y la utilización de la materia prima de los árboles.
A nivel mundial, Estados Unidos, China y México son los países que más pañales desechables consumen. La posición de Puerto Rico no debe estar muy lejos, considerando que en la isla, según la EPA, diariamente se generan diez mil toneladas de basura, de las cuales apenas un 13 por ciento es desviada de los basureros para el reciclaje.
¿Realmente nos interesa continuar acumulando basura en los vertederos del país? Según el portal de Internet de la Autoridad de Desperdicios Sólidos de Puerto Rico (ADS), “actualmente en la Isla están funcionando sólo 29 vertederos de 60 que operaban hace algunos años”. Cabe señalar que gran parte de los desperdicios sólidos generados ni siquiera llegan a los vertederos, ya que un buen número de ellos es lanzado inescrupulosamente a cuerpos de agua, como ríos y quebradas, que más tarde desembocan en el mar.
La solución: pañales reusables y biodegradables
Hace más de cuatro décadas los bebés utilizaban pañales reusables. Esto era más costo beneficioso para la mayoría de las familias y no se contaminaba el ambiente. Al pasar los años, el comercio introdujo los pañales desechables. Si bien actualmente resultan más prácticos debido al estilo de vida ocupado de la mayoría de los padres y madres, ha significado un retroceso en la protección del medio ambiente. En Puerto Rico, las opciones del mercado son sólo pañales de un sólo uso, que luego se deben echar al zafacón, significando alrededor de un 50% de la basura doméstica.
Debido a todos estos datos y estadísticas, en diversos países, como México, Estados Unidos e Inglaterra, han surgido marcas de pañales que ofrecen un descanso al medio ambiente. Los pañales ecológicos, disponibles desechables y lavables, son fabricados con materiales naturales y biodegradables y no contienen aditivos químicos. Algunas marcas reconocidas son gDiapers, BioBaby, Agú.cl y Pipo. La mayoría consiste en un cubierta reusable y un pañal biodegradable. También hay estilos lavables, los cuales son mucho más versátiles y prácticos que los de antaño, pero cumplen el mismo cometido. De hecho, en algunos países del mundo, como Inglaterra, existen lavanderías que se especializan en pañales de tela.
La tendencia a lo verde y ecológico también está tocando las puertas del mercado de los pañales. En Puerto Rico las opciones en las tiendas son únicamente los desechables. ¿Será que ésta puede ser una idea para una empresa emergente en la Isla?
Producción de energía: otra solución al problema
Esta semana, Greenversations, blog oficial de la EPA, publicó un artículo de Lina Younes, donde menciona que en el Reino Unido una compañía está reciclando pañales usados y produciendo combustible verde. “Como parte del proceso de reciclaje, los materiales son esterilizados y separados en componentes individuales que incluyen residuos orgánicos, plásticos y polímeros muy absorbentes. Estos componentes luego son reciclados en madera plástica, tejas plásticas, materiales de absorción, productos de papel reciclado, entre otros”, detalló Younes en la bitácora. De igual forma, como parte del proceso de reciclaje, son producidos seis megavatios de energía, de los cuales uno era utilizado por la compañía para la producción de la planta y los otros cinco eran vendidos a la empresa eléctrica local como combustible.
Desarrollo sostenible
Puerto Rico debe emular estos esfuerzos realizados en otros países. Después de todo, es política pública del Estado Libre Asociado encaminarse a lograr una sociedad basada en una economía sostenible y un desarrollo balanceado (Ley 267 de 2004).
Un pañal desechable puede tardar alrededor de 500 años para desintegrarse en un vertedero. (tomado de bbcmundo.com)

Un pañal desechable puede tardar alrededor de 500 años en desintegrarse en un vertedero. (tomado de bbcmundo.com)

Por Marielisa Ortiz Berríos

Redacción Atabey

¿Sabías que, según datos de la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA, por sus siglas en inglés), un pañal desechable podría tardar alrededor de 500 años en desintegrarse en un vertedero? Esta cifra es alarmante si consideramos que un niño podría usar unos 4,000 en sus primeros dos años de vida.

Los pañales desechables tradicionales están hechos de plástico, celulosa, materiales que provienen del petróleo y otros productos químicos, como el polietileno, lo que dificulta su degradación en el ambiente. Para fabricar pañales desechables se requiere un alto consumo de agua, energía no renovable y la utilización de la materia prima de los árboles.

A nivel mundial, Estados Unidos, China y México son los países que más pañales desechables consumen. La posición de Puerto Rico no debe estar muy lejos, considerando que en la isla, según la EPA, diariamente se generan diez mil toneladas de basura, de las cuales apenas un 13 por ciento es desviada de los basureros para el reciclaje.

¿Realmente nos interesa continuar acumulando basura en los vertederos del país? Según el portal de Internet de la Autoridad de Desperdicios Sólidos de Puerto Rico (ADS), “actualmente en la Isla están funcionando sólo 29 vertederos de 60 que operaban hace algunos años”. Cabe señalar que gran parte de los desperdicios sólidos generados ni siquiera llegan a los vertederos, ya que un buen número de ellos es lanzado inescrupulosamente a cuerpos de agua, como ríos y quebradas, que más tarde desembocan en el mar.

La solución: pañales reusables y biodegradables

Hace más de cuatro décadas los bebés utilizaban pañales reusables. Esto era más costo beneficioso para la mayoría de las familias y no se contaminaba el ambiente. Al pasar los años, el comercio introdujo los pañales desechables. Si bien actualmente resultan más prácticos debido al estilo de vida ocupado de la mayoría de los padres y madres, ha significado un retroceso en la protección del medio ambiente. En Puerto Rico, las opciones del mercado son sólo pañales de un sólo uso, que luego se deben echar al zafacón, significando alrededor de un 50% de la basura doméstica.

Debido a todos estos datos y estadísticas, en diversos países, como México, Estados Unidos e Inglaterra, han surgido marcas de pañales que ofrecen un descanso al medio ambiente. Los pañales ecológicos, disponibles desechables y lavables, son fabricados con materiales naturales y biodegradables y no contienen aditivos químicos. Algunas marcas reconocidas son gDiapers, BioBaby, Agú y Pipo. La mayoría consiste en un cubierta reusable y un pañal biodegradable. También hay estilos lavables, los cuales son mucho más versátiles y prácticos que los de antaño, pero cumplen el mismo cometido. De hecho, en algunos países del mundo, como Inglaterra, existen lavanderías que se especializan en pañales de tela.

La tendencia a lo verde y ecológico también está tocando las puertas del mercado de los pañales. En Puerto Rico las opciones en las tiendas son únicamente los desechables. ¿Será que ésta puede ser una idea para una empresa emergente en la Isla?

Producción de energía: otra solución al problema

Esta semana, Greenversations, blog oficial de la EPA, publicó un artículo de Lina Younes, donde menciona que en el Reino Unido una compañía está reciclando pañales usados y produciendo combustible verde. “Como parte del proceso de reciclaje, los materiales son esterilizados y separados en componentes individuales que incluyen residuos orgánicos, plásticos y polímeros muy absorbentes. Estos componentes luego son reciclados en madera plástica, tejas plásticas, materiales de absorción, productos de papel reciclado, entre otros”, detalló Younes en la bitácora. De igual forma, como parte del proceso de reciclaje, son producidos seis megavatios de energía, de los cuales uno era utilizado por la compañía para la producción de la planta y los otros cinco eran vendidos a la empresa eléctrica local como combustible.

Desarrollo sostenible

Puerto Rico debe emular estos esfuerzos realizados en otros países. Después de todo, es política pública del Estado Libre Asociado encaminarse a lograr una sociedad basada en una economía sostenible y un desarrollo balanceado (Ley 267 de 2004).