El autor recomienda que si va a comprar un árbol de Navidad natural se asegure que haya sido cultivado sin pesticidas. (tomado de creteplant.com)

El autor recomienda que si va a comprar un árbol de Navidad natural se asegure que haya sido cultivado sin pesticidas. (tomado de creteplant.com)

Por Javier Sierra
Sierra Club

Los mejores regalos son los que damos a otros. Nada se compara con la satisfacción de ver la sonrisa de nuestros seres queridos cuando les damos algo que viene del corazón.

En estas fiestas le quiero ofrecer unas cuantas sugerencias que no sólo le van a costar poco o nada, sino que al mismo tiempo, van a significar un regalo para el futuro de sus hijos y de sus nietos.

Le hablo de presentes sin ir de compras, sin envoltorios que romper, sin moños que deshacer. Son actos desinteresados que al fin y al cabo nos van a beneficiar a todos. Llamémoslo «Navidades al Natural», una serie de consejos para celebrar unas fiestas en armonía con la naturaleza y respetuosas de nuestros valiosos recursos naturales.

Podemos empezar con algo tan simple como el papel para envolver los regalos. La mayoría del papel convencional no es reciclable y acaba en el basural más cercano. En su lugar utilice mapas viejos, la sección de caricaturas de su periódico o dibujos que hayan hecho sus hijos. Si cada familia envolviera tan sólo tres regalos de esta manera, nos ahorraríamos suficiente papel para cubrir 45,000 campos de fútbol y salvaríamos bosques enteros.

Y hablando de árboles, si decide comprar uno de Navidad, asegúrese de que se cultivó sin pesticidas. Algunos productores usan 40 pesticidas distintos, además de colorantes artificiales. Ya existen alternativas orgánicas que permiten cultivar los árboles de manera natural. Para encontrar un productor orgánico cercano a su barrio, visite localharvest.org.

Y una vez que terminen las fiestas, recicle su arbolito. Cada año, 10 millones de ellos acaban en los basurales del país. Es cierto que es más complicado que reciclar botellas o papel. Pero muchas ciudades ofrecen servicios de recogida de árboles para convertirlos en aserrín y otros subproductos. Llame al número gratis 800-253-2687 (800-CLEANUP) o visite www.earth911.org para enterarse de programas de reciclaje cercanos a su localidad.

Y para compensar, plante un árbol y conviértalo en una excursión familiar, en la que participen sobre todo sus hijos. Enséñeles que proteger nuestros bosques, los pulmones de nuestro planeta, es proteger el aire que respiramos. Las prácticas agrícolas abusivas y la deforestación rampante han eliminado el 90% de los bosques ancestrales de Estados Unidos. Plantar un árbol es seguir el adagio chino, un viaje de mil millas se empieza con un solo paso.

Otra idea brillante es comprometerse a cambiar sus bombillas convencionales por otras que ahorren energía. Con sólo instalar seis de estas bombillas en la casa, cualquier familia promedio ahorrará unos $60 anuales. Para ver más consejos beneficiosos para su bolsillo y la naturaleza en el hogar, visite sierraclub.org/ecocentro.

Haga estas fiestas aún más luminosas comprando luces navideñas del tipo «LED» (diodo de emisión luminosa), las cuales usan un 90% menos energía que las convencionales y pueden ahorrarle hasta $50 en la cuenta de la luz durante estas fechas. Estas luces están disponibles en la mayoría de los grandes almacenes y ferreterías.

Hágale un favor al planeta, y también a su paladar, comprando alimentos orgánicos, como carne y vegetales. Estos productos, criados o cultivados de manera sustentable, son además mucho más sabrosos. Un buen lugar para conseguirlos es el mercado de granjeros («farmers’ market») más cercano. La carne no orgánica proviene casi siempre de mataderos industriales donde, con demasiada frecuencia, los animales y los trabajadores, en muchos casos latinos, son tratados igualmente mal. Asimismo, las frutas y verduras no orgánicas provienen muy probablemente de productores que abusan de los pesticidas y, por tanto, de los braceros que cuidan de los campos.

¿Hay un teléfono celular en su lista de regalos? Si así es, no bote el viejo, recíclelo. Cada año, tiramos 130 millones de teléfonos celulares, los cuales pesan unas 65,000 toneladas, incluyendo compuestos tóxicos como mercurio, cadmio y plomo que envenenan el suelo y el agua. Usted puede reciclar su celular llevándolo a la tienda de la cadena Staples más cercana como parte de un programa del Sierra Club.

Y finalmente, en estas fiestas en las que visitamos a tantos familiares y amigos, asegúrese de que su carro está puesto a punto («tuned up») y que las llantas están bien infladas, lo cual le va ahorrar gasolina. En cualquier caso, siempre que pueda, use el transporte público, la bicicleta o simplemente camine.

Que pase unas felices y naturales fiestas.

Javier Sierra es columnista del Sierra Club. Para más información: www.sierraclub.org/ecocentro.