Por Tainachí Fernández y Olis Casillas
La composta es un abono orgánico producto de la descomposición de materiales vegetativos que normalmente consideramos basura, como los troncos de árboles, hojas, ramas, grama, vegetales y frutas. Estos materiales son descompuestos en un ambiente controlado de humedad y oxígeno que tiene como resultado crear un material balanceado y rico en nutrientes. Este material promueve el crecimiento de las raíces y aumenta la vida microbiana del terreno.
Existen cinco pasos sencillos que le ayudarán a generar su propia composta en casa:
1. Elije un lugar o envase apropiado donde puedas comenzar a recolectar tus residuos.
2. Crea tu propio compostero utilizando material reciclable como paletas de madera, dron plástico u otro envase debidamente perforado por los lados y el fondo.
3. Comienza a recolectar tus residuos orgánicos a medida que estos son generados, entre estos: restos de frutas, vegetales, viandas, flores, hojas, plantas secas, cenizas, aserrín, viruta de madera natural, cascarones de huevo triturados, bolsitas de té, filtros y borra de café, tapones de corcho, pelos, uñas y excrementos de animales de la finca (caballos, conejos, gallinas y vacas).
4. A medida que añadas tus residuos voltea el material una a dos veces por semana. Si el material se seca añade agua y si está muy mojado procede a añadir material seco como hojas y grama.
5. Al cabo de un tiempo (puede ser de tres meses a un año dependiendo el mantenimiento) tu composta estará lista para ser cernida y posteriormente ser utilizada para sembrar o abonar tu huerto.
No añada a su compostero lo siguiente: sobrantes de alimentos que contengan grasas, carnes, huesos, pescado, derivados de leche, aceite para cocinar, aceite de automóviles y excremento de perros, gatos o humanos.
Las autoras son miembros de la organización Puerto Rico Composta.
(foto destacada por Joi Ito, Flickr, Creative Commons)