Comunidad lleva a cabo dragado a mano simbólico para urgir acción
Un grupo de residentes de las comunidades del Caño Martín Peña, encabezados por líderes del G-8, llevaron a cabo un “dragado a mano” simbólico para denunciar la urgencia de que el Cuerpo de Ingenieros dé paso al estudio de viabilidad para la restauración ambiental del cuerpo de agua.
“Desde hace un año las oficinas de Washington DC tienen detenido el proceso de viabilidad y cumplimiento ambiental. Nos tienen del tingo al tango, presentando argumentos nuevos para evitar aprobar el estudio”, dijo Carmen Pizarro, miembro del G-8, al tiempo que el grupo se movilizó frente a la sede de la entidad federal en Puerta de Tierra para llevar ocho pailas de material contaminado, cada una rotulada con el nombre de una comunidad y palabras como “injusticia”, “prejuicio” e “insensibilidad”.
“Nos sentimos indignados, defraudados y engañados, pues el proyecto no se está atendiendo con la urgencia que requiere proteger la salud de miles de personas ante inundaciones con aguas contaminadas”, añadió.
En 2007, el Congreso autorizó $150 mil para el dragado condicionados a la aprobación del estudio de viabilidad que prepara la Corporación del Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña. Desde entonces, la Corporación ha invertido $3 mil en los estudios científicos, incluyendo los $350,000 que le transfirió al Cuerpo de Ingenieros en 2011 para que pudieran revisar el estudio de viabilidad. Además, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales le ha transferido $100,000 al Cuerpo de Ingenieros para el mismo propósito. El proceso se trabajó de cerca con la Oficina de Distrito en Jacksonville.
“Van casi ocho años desde que el Congreso aprobó la ley, y no es hasta ahora, después de una inversión millonaria de dinero, que el Cuerpo de Ingenieros está levantando escollos que pudieron plantear desde el primer día. Nosotros no podemos seguir esperando, ni podemos permitir que el dinero y tiempo invertido se pierdan”, dijo por su parte, Mario Núñez Mercado, portavoz del G-8. “Si esto no se resuelve pronto, van a vencer los estudios, lo que daría un golpe fatal al Proyecto”.
El proceso de viabilidad tiene siete revisiones y se ha estancado en la quinta, que incluye el cumplimiento con la Ley de Política Publica Ambiental Federal y poder iniciar el proceso formal de comentarios del público. Sin ese paso, todo se detiene. Los estudios científicos base comienzan a caducar luego de cinco años de realizados. Las revisiones ya realizadas incluyen la del panel internacional de expertos.
“Hoy estamos exigiendo que el Cuerpo de Ingenieros cumpla con su responsabilidad y tenga como prioridad lograr que este proyecto pueda darse. Queremos soluciones y no escollos. Nosotros hemos estado haciendo nuestra parte”, dijo Pizarro.
Añadió que están consternados con las objeciones que han surgido, como si estuvieran descubriendo ahora elementos que el Cuerpo de Ingenieros conoce bien desde el principio. Explicó que la jefa del Cuerpo de Ingenieros, Jo-Ellen Darcy, visitó en dos ocasiones el Caño, la última vez en febrero de 2014 y comentó en un blog de la agencia lo siguiente:
«En mi segunda visita al Caño Martín Peña, me vino nuevamente la pasión que siente la gente aquí por restaurar lo que es su patio”, dijo Darcy… “Este Proyecto no solo es clave para el ambiente sino para la salud y bienestar de los residentes del Caño”, añadió el gerente del proyecto, Jim Suggs, en el artículo de su propia agencia.
El estado del Caño amenaza la salud y seguridad de los residentes y otras áreas adyacentes, y afecta seriamente al resto del Estuario de la Bahía de San Juan. El dragado ayudará a proteger infraestructura crítica para el País, como el aeropuerto Luis Muñoz Marín, y proveerá nuevas oportunidades de desarrollo económico y turismo, para beneficio de todos.