A casi diez años del cese de los bombardeos en Vieques, la Marina de Guerra de los Estados Unidos tuvo que dar un paso atrás y admitir que la colocación de una verja para limitar el acceso a un área contaminada no es considerado como “limpieza” por parte de los viequenses.
Representada por Dan Waddill, jefe de la Sección de Restauración de Vieques del Navy, la Marina informó que tras la insistencia de la comunidad ese cuerpo castrense se verá en la obligación de regresar a la mesa de diseños para traer nuevas alternativas de descontaminación.
El anuncio se produjo el domingo tras una reunión entre la Marina, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS, por sus siglas en inglés), la Junta de Calidad Ambiental (JCA) y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y la comunidad de viequenses con científicos que urgen por una intervención “inmediata y responsable” para evitar el creciente deterioro de los suelos, el ecosistema marino y la salud de los residentes de la isla municipio.
Arturo Massol Deyá, biólogo que estudia la contaminación en la flora y fauna de Vieques desde 1999, quien estuvo presente en la reunión, destacó la necesidad de tomar acción inmediata para detener la dispersión de la contaminación por causa de las prácticas militares. “Escuchar es un buen paso y denota compromiso de los jefes de agencia allí reunidos, sin embargo, falta la intervención activa ordenando el cierre de la Laguna Anones. Delegar en nuevos estudios de la Marina de Guerra, el acusado del crimen ambiental, es regresar al 2005 cuando el Servicio de Pesca y Vida Silvestre fue notificado de esta situación. Ocho años después sin atender la apertura de las lagunas al mar, tenemos una drástica merma en la pesca y los daños a la salud empeorados”, denunció el portavoz de la organización Casa Pueblo de Adjuntas.
“Hicimos la exhortación para que tanto Judith Enck, directora regional de EPA, como las representantes de agencias locales adopten una postura inmediata de exigir ya el cierre de la laguna. Lo contrario abona a la reputación de unas agencias que saben y se quedan cortas en su responsabilidad de proteger el ambiente y la salud. Esa impotencia o resignación no es aceptable para un Vieques abusado y olvidado”, informó.
Durante la reunión fue evidente el malestar generalizado en contra de las agencias. Carlos Zenón, líder pescador dijo «no se enojen con lo que voy a decir, quien está enojado soy yo, no más engaños. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre es un estorbo público». Por su parte, Ismael Guadalupe añadió, «ustedes han fracasado» refiriéndose al manejo administrativo del lugar incluyendo al Restoration Advisory Board que cuenta con representación ciudadana. No obstante, la apertura para escuchar existe en la comunidad, faltan hechos que respalden las palabras de los nuevos oficiales en el gobierno ante las serias denuncias de mal manejo del antiguo polígono de tiro.
Pescadores viequenses, representados por Cacimar Zenón, en compañía de Massol Deyá denunciaron la semana pasada la conexión al mar de la contaminada Laguna Anones ubicada en el antiguo polígono de tiro, lo que calificaron de “crimen ambiental”. Asimismo, el grupo demostró mediante estadísticas oficiales del DRNA la insólita merma en un 90 por ciento de la pesca en Vieques durante la última década, fenómeno provocado, en parte, por la alta contaminación de los terrenos al este de Vieques, donde ubica la laguna.
La reunión se llevó a cabo de manera pública –aunque sin la debida convocatoria–, y se discutió el manejo del antiguo “Open Burning/Open Detonation Site”, ubicado al oeste de la isla. Para remediar este lugar conocido como el SMWU4, el US Navy proponía colocar una verja. Sin embargo, en el cónclave la Marina aceptó el rechazo mayoritario de las comunidades y anticipó la necesidad de ese organismo de regresar con nuevas propuestas para mejorar la limpieza de las tierras utilizadas para maniobras militares.