Varias organizaciones ambientales, abogados, médicos, entre otros, anunciaron hoy mediante conferencia de prensa que enviaron una carta a la Administradora de la Región 2 de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés), Judith Enck, objetando la intervención de un funcionario de esa agencia en la solicitud de permiso de la propuesta de la compañía Energy Answers en Arecibo, para desarrollar un incinerador, y solicitando que sea relevado del proceso. Además, solicitan que el proceso se reinicie.
Dicha carta, endosada por Madres de Negro de Arecibo, el Comité de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados, el Capítulo de Puerto Rico del Sierra Club y el Comité de Salud Pública y Ambiental del Colegio de Médicos-Cirujanos de Puerto Rico, denuncia que las declaraciones del señor Steven Riva en una reunión el pasado 23 de mayo en Arecibo, reflejan la falta de objetividad de dicho funcionario ante la solicitud de los proponentes del incinerador.
“Nos quedamos boquiabiertos cuando escuchamos al señor Riva, que parecía un portavoz de la compañía Energy Answers, cuando se supone que nos hiciera un resumen del proceso de evaluación de la solicitud de permiso y una exposición objetiva de la tecnología de este proyecto, de lo que hablo fue de “la imposibilidad de que pudiera ocurrir una situación donde hubiera una violación de los estándares de calidad de aire” por el incinerador, dijo Teresa Sánchez, de Madres de Negro de Arecibo. “O sea, que esta operación va a ser perfecta, no hay posibilidad que cause ningún problema, según este funcionario. Esto no es creíble”.
“Esta es la misma agencia que hace unos meses multó a la compañía Battery Recycling por contaminar a sus empleados y a la comunidad circundante con plomo, uno de los metales más tóxicos a la salud humana. Ellos se creen que con multar se pueden recuperar los daños a la salud. Lo mismo puede pasar con la incineradora”, dijo la licenciada Aleida Centeno, Presidenta del Comité de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados.
El incinerador quemaría 2,100 toneladas al día de desperdicios sólidos y de éstas se producirían 400 toneladas de cenizas que requerirían ser enterradas en vertederos. En el comunicado de prensa señalan que les preocupa la expresión de Riva cuando se le preguntó qué ocurría con las 1,700 toneladas diarias restantes, al decir que “se quema por combustión,…aparte de los contaminantes, el resto sale como bióxido de carbono y agua minimizando los tóxicos que salen al aire por la chimenea del incinerador».
Los que participaron de la conferencia de prensa indicaron que el funcionario de la EPA manifestó que “aunque reciclen un 50% de la basura, siempre necesitarán uno o dos incineradores…”. En el comunicado manifestaron que la propuesta es basada en «cero basura», y reciclaje. Mencionaron que esta iniciativa se ha implantado con éxito en múltiples ciudades y países, donde se ha reducido la producción de materiales que pudieran convertirse en desperdicios sólidos, yendo al objetivo de que se reutilizen los materiales hasta cerca de un 100%.
“Pero la expresión más sorprendente y ofensiva fue al final de la reunión, cuando afirmó que debido a que no habíamos logrado las metas de reciclaje que se habían establecido, ahora teníamos que aceptar el incinerador”, señaló el presidente del Comité de Salud Pública y Ambiental del Colegio de Médicos de Puerto Rico, doctor Ángel González. “Como si la ciudadanía fuera la responsable de la falta de acción del gobierno”.
Destacaron a través del documento, que «el incinerador propuesto para Arecibo representa un peligro para las comunidades circundantes y de las que están vientos abajo de lo que salga por la chimenea. La emisión de plomo, mercurio y dioxinas, pueden afectar la salud de decenas de miles de personas». Presentaron además que «los vientos alisios llevarán estas sustancias hacia el pueblo de Arecibo y hacia el corredor noroeste de la isla, afectando particularmente a niños, embarazadas, viejos y otras poblaciones más vulnerables». “El gobierno federal recientemente anunció una iniciativa para reducir el asma en los puertorriqueños, que tienen una tasa doble que los niños blancos. La EPA es parte de esa iniciativa y sin embargo la aprobación de estos proyectos que generan irritantes que empeoran el asma va contra esa iniciativa”, dijo el doctor González.
Al final también dijeron que a su vez estaría amenazada la industria lechera, «pues la dioxina puede contaminar los pastos que alimentan el ganado, contaminar la leche y crear un caos económico en esta industria, como ocurrió recientemente en Islandia y ha ocurrido en el pasado en otros países».