El paso de la Tormenta Irene destapó nuevamente la ineficiencia de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en el mantenimiento y operación de su infraestructura, opinó el portavoz de Casa Pueblo de Adjuntas, el biólogo Arturo Massol Deyá.
Massol dijo que mientras cientos de miles de abonados sufrieron la interrupción del servicio eléctrico –incluso en lugares en calma como Mayagüez–, el gobierno tuvo que aceptar que su infraestructura y mecanismos de respuestas rápidas para atender emergencias no son tan eficaces como han querido proyectar durante la campaña publicitaria de Vía Verde.
“El gobierno ha llegado a decir que aquí estamos preparados en términos de infraestructura para soportar las consecuencias de un sismo de las magnitudes del de Japón. Hoy vimos que con una tormenta el país colapsa. Imagine si le sumamos los riesgos que implica el manejo de un gasoducto de 92 millas en estas circunstancias. Realmente preocupante. Pero ya sabemos que los soplos de Irene y sus lluvias vinieron a recalcarnos el lío en el que nos estaríamos metiendo con la peligrosa tubería en temporada de huracanes. Los riesgos son enormes, el riesgo a la pérdida de vidas es francamente alto”, apuntó Massol Deyá.
“El apagón y falta de agua que vive el país hoy es muestra de que no hay infraestructura que tú puedas garantizar al cien por ciento. Si tenemos que asumir los riesgos de toda infraestructura, ¿no creen que ya es tiempo de que el gobierno comience a informar sobre los riesgos propios de Vía Verde? Que sean honestos con el gasoducto y que reconozcan los riesgos que implica su diseño, tal como concluyó el propio Sindicato de Bomberos y el Colegio de Médicos y Cirujanos”, exhortó.
Luego de vientos moderados y fuertes lluvias, las inundaciones y deslizamientos se hicieron sentir a lo largo de una topografía de pendientes marcadas y suelos inestables al interior de la Isla. “Vimos los ríos desbordarse, extensas zonas inundadas y decenas de carreteras interrumpidas por deslizamientos. Esto es parte de nuestra condición caribeña. Entonces, no podemos controlar el agua y los vientos, pero lo que sí podemos evitar es la colocación de una tubería altamente peligrosa que atraviese comunidades y riscos de manera inescrupulosa”, reconoció el vocero de la organización comunitaria.
Según la Oficina para la Seguridad de Gasoductos del Departamento de Transportación Federal, fuerzas naturales como lluvias, inundaciones y deslizamientos son causales rutinarias para explicar fallas en gasoductos en los EE.UU. El biólogo recordó que los daños principales a la infraestructura en la ciudad de New Orleans tras el paso del huracán Katrina, no fueron provocados por los vientos huracanados, sino por fuegos ocasionados cuando inundaciones provocaron roturas de las líneas de gas.
Según Massol Deyá, la AEE ha fracasado previniendo fallas y manejando la infraestructura energética tras el paso de la Tormenta Irene. “Nos prometieron seguridad y la mejor tecnología en nuestra infraestructura energética. Que sería resistente a huracanes y lo que en realidad ocurrió fue su colapso, incluso antes del fenómeno pasar”, dijo.
“A la falla en el sistema de transmisión energética no debemos agregar otra vulnerabilidad comprometiendo el envío de combustible a las generatrices. Hay que reducir el consumo, fortalecer las líneas de transmisión e invertir en fuentes renovables que rompan todas estas dependencias”, sentenció.
“La situación de hoy ante el paso de Irene es una condición de crisis real provocada por mala planificación, deficiencias de mantenimiento y despido de personal clave. En la ficticia ‘emergencia energética’ declarada en julio de 2010, Fortuño justificó la inversión de millones de dólares en amigos contratistas privados quienes se benefician de la crisis. Ante la tormenta Irene, son los obreros de la AEE los verdaderos héroes que responden ante la crisis provocada restituyendo orden al desorden administrativo en la que la AEE nos tiene hundidos”, concluyó Massol Deyá.
De otra parte, el doctor Pedro Jiménez, autoridad en geotécnica y ex decano de Ingeniería del RUM opinó que la Vía Verde, según diseñada, podría explotar en cualquier momento, máxime en tiempos de tormenta. “El Proyecto incluye la instalación de una tubería en un terreno con pendientes con una inclinación de entre 10 y 50 por ciento, en uno de los ambientes geológicos más complejos y adversos del mundo. ¡A largo plazo, el Proyecto representa una Bomba de Tiempo”!