Los jóvenes visitaron fincas agrícolas que producen a nivel empresarial y artesanal. (fotos por Wanda I. Rodríguez Rivera)

Por John Omar Rivera Santos y Víctor Alvarado Guzmán

“No hay amor más grande que el que siento hacia la naturaleza. Recogeré la basura abandonada por las calles (y los caminos) y protegeré nuestra flora, fauna y nuestra gente. Por ti bajaré de la montaña al mar…”, expresó a través de un poema la joven Yeiza Y. Semidey, de la comunidad de Mosquito.

Visitas a fincas agrícolas en Santa Isabel y Guayama que producen a nivel empresarial, y a escala artesanal en la comunidad de Parcelas Vázquez de Salinas, propiedad del agricultor Luis Santiago; charlas de agricultura orgánica con el agrónomo Carlos Ortiz, de la Estación Experimental de Gurabo, sobre las tierras agrícolas del sur; y su importancia para la seguridad alimentaria por el agrónomo Javier González; y sobre la historia y uso de la caña por el arquitecto Jorge Ortiz Colom. Visitas a la pescadería de la Playa de Salinas, donde aprendieron a pescar y a arreglar chinchorros y disfrutaron de paseos en kayaks ofrecidos por la empresa salinense Bahía Kayaks y por José Menéndez del Sierra Club.

Ésta fue la agenda veraniega de cerca de 40 jóvenes de diferentes comunidades de Salinas y de la región sureste que participaron de la Convivencia Ambiental José “Cheo Blanco” Ortiz Agront, en la Reserva de la Bahía de Jobos en Salinas. Por quinto año consecutivo, del 18 al 22 de julio de 2011, se llevó a cabo el evento que busca crear experiencias y reflexiones entre los jóvenes. Este año el tema de la convivencia fue “Seguridad alimentaria: de la montaña al mar”.

Los jóvenes recibieron charlas de agricultura orgánica.

Entre las comunidades representadas en el grupo de jóvenes estaban Las Mareas, Playa, Playita, El Coquí, Parcelas Vázquez, y Reparto Santa Fe en Salinas y comunidades de Guayama como Mosquito y San Felipe. La mayoría de las actividades que participaron los jóvenes fueron relacionadas al tema de la seguridad alimentaria.

Para los jóvenes fue una semana de mucho aprendizaje, ya que además de las charlas que tomaron, también hubo talleres sobre avistamiento de aves ofrecido por José Claudio de Caligramas; de fotoperiodismo ofrecido por la escritora Justina Díaz Bisbal, y de décimas por el joven John Omar Rivera Santos. Todo esto siempre enfocado en lo más importante para el grupo: la protección del medio ambiente.

Además del aprendizaje hubo tiempo para la recreación y los jóvenes visitaron ríos en Salinas y Patillas, jugaron volibol y baloncesto, y bailaron.

También participaron de talleres sobre avistamientos de aves.

La Convivencia Ambiental fue un esfuerzo colaborativo entre el Comité Diálogo Ambiental, el grupo coordinador, la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos y la Iniciativa de Desarrollo de Bahía de Jobos (IDEBAJO). La convivencia fue también resultado del trabajo de un grupo de jóvenes líderes de las comunidades quienes al asistir a las convivencias anteriores, pudieron en esta ocasión ofrecer talleres y planificar varias de las actividades.

Los organizadores de Diálogo Ambiental Inc. informaron que continuarán dándole seguimiento a este tipo de convivencias para que los jóvenes sigan aprendiendo y madurando, ya que ellos serán los líderes en el futuro. Para más información o si quiere colaborar con la iniciativa puede comunicarse al 787-543-9981 o a través de la dirección electrónica: [email protected].

Este artículo fue publicado originalmente en Prensa Comunitaria, aliado de la Revista Atabey.

Los participantes aprendieron a pescar y a arreglar chinchorros.